domingo, 20 de marzo de 2011

ESCUCHADLO



"En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta.
Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz.
Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él.
Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús:
- Señor, ¡qué bien se está aquí! Sí quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía:
- Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo.
Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto.
Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo:
- Levantaos, no temáis.
 Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó:
- No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos."

En lo alto del Tabor el Padre nos indica lo que debemos hacer: escuchadlo. A Abraham, hemos leído en la primera lectura, el Padre le ha dicho: Sal de tu tierra...Ambos mensajes son fundamentales. Tendemos a encerrarnos en lo nuestro y a hacer oídos sordos a lo que se nos dice. Sin embargo, a Dios sólo podemos encontrarlo saliendo de nuestra tierra, abandonando nuestro ego, siguiendo al Espíritu hacia el lugar que nos mostrará. Dejar nuestro mundo particular para escucharle a Él.
Podemos preguntarnos cómo nos habla Jesús.  Veíamos el domingo pasado dónde encontrar a Jesús: en el hambriento, el sediento, el desnudo, el encarcelado...Si Jesús está en el pequeño, en el pobre, en el otro...está claro que es por medio de ellos que nos habla. Si queremos escucharlo, hemos de escuchar el clamor de los pobres, de los que sufren, de los marginados de esta tierra...
Nosotros queremos quedarnos en el Tabor, construir tres tiendas. Jesús nos hace bajar de la montaña y nos lleva a encontrarnos con los hombres. Porque es através de ellos que nos habla. De esos hombres que nos decepcionan y en los que decimos que no creemos...
Jesús se transfigura en la montaña para mostrarnos que es Hijo de Dios; pero al instante nos hace bajar, para que lo reconozcamos entre los Hombres.

3 comentarios:

  1. Bon dia Joan Josep:

    Ahir nit vareig escoltar aques envangeli a la Misa vespertina.

    Gracies per compartir quest video que ens fa reflexionar tan.

    Penso que Jesús te d´esser el lider dels cristians ai a través d´ell ejercim la caritat i soliraridad a tots ls germans i germanes, habitans de la mare terra, tinguin les creencias que tinguin.
    Saps a mi m´encanta l´Antony de Mello.

    Una abraçada, Montserrat

    ResponderEliminar
  2. El mensaje de Dios nos enseña a reconocer su amor en todos los hombres y a escuchar a los que sufren, a ayudar a los que necesitan ayuda, y a perdonar a los que hacen daño a los demás,porque el amor siempre vence al odio. Un abrazo .

    ResponderEliminar
  3. NO es la primera vez que Jesús nos dice que tenemos que caminar solos.ÉL ya nos dejó su mensaje,ahora nos toca saber "traducirlo" con humildad.
    Besucos

    ResponderEliminar