lunes, 18 de julio de 2011

EL ANACORETA Y LOS ESPEJOS...


Los Anacoretas no se preocupan demasiado por su aspecto. Es por eso que no suele haber espejos en sus cuevas. Y es por eso que los discípulos se quedaron muy extrañados cuando el Solitario dijo:
- Necesitamos espejos...
La cara que pusieron debió ser todo un poema, porque el Anacoreta se echó a reír y se explicó:
- Necesitamos espejos para conocernos...y esos espejos son los demás. Todo lo que odiamos en los demás es algo que odiamos en nosotros mismos. Todo lo que admiramos y amamos en los demás es algo que también poseemos y amamos en nosotros mismos.
Miró la cara de sorpresa de sus discípulos y siguió hablando:
- Cuando vemos algo odioso en los demás, si en lugar de criticarlo nos miráramos y reparáramos en que tenemos el mismo defecto, podríamos emplearnos en corregirlo y ser mejores personas. Si cuando vemos algo bueno en los demás, en vez de envidiarlo, nos diéramos cuenta de que también nosotros lo poseemos, podríamos dedicarnos a cultivarlo y hacerlo crecer. He aquí una buena manera de conocernos...
Y se fue al pequeño huerto a regar las pobres coles que andaban algo descuidadas...
(Publicado en La Cueva del Anacoreta hace tres años)

3 comentarios:

  1. El Anacoreta dixit.
    Amén.

    Abraçades amb núvols de tormenta.

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  2. Moltíssimes gracias per compartir aquesta entrada.
    Fa tres anys no coneixia el teu blog.
    I val la pena haberla llegit
    Una abraçada, Montserrat

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  3. Home, d'acord en això de voler emmirallar en nosaltres mateixos els defectes que trobem en els altres; pot ser una bona forma de superació; però alhora veig moltes coses positives en altres persones que jo mai a la vida posseiré...
    Sort amb les cols!

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