viernes, 16 de diciembre de 2011

NAVIDAD, UN VIAJE AL INTERIOR


Estos días, en cualquier sala de profesores se puede oír esta conversación u otra muy semejante:
- ¿Dónde iras de vacaciones esta Navidad?
- Yo iré a esquiar.
- Pasaré el Año Nuevo en Roma.
- He pensado ir con mi familia al Pirineo...
¿Y por qué no hacemos un viaje a nuestro interior? San Juan bautista de La Salle nos dice en la meditación del 24 de diciembre para la Noche de Navidad: "El Hijo de Dios desciende a la tierra y quiere entrar en vuestro corazón"(MF 85.III)
Entre tantas fiestas, compras, comidas y encuentros familiares, ¿nos queda un espacio para descubrir el tesoro que llevamos en nuestro interior?
Si nos quedamos con la Navidad anecdótica, celebraremos a Jesús que nace en una cueva de Belén, donde están José y María, el buey y la mula y numerosos pastores de alrededor que vienen a traer pequeñas ofrendas, e incluso unos sabios de Oriente que le traen oro, incienso y mirra.
Si queremos celebrar la Navidad con mirada interior, quizá tendremos que hacer presente que lo que celebramos es que Dios se ha hecho hombre, se ha encarnado en la persona de Jesús y que hemos de saber descubrirlo encarnándose hoy, no hace 2000 años, sino hoy, aquí, ahora. ¿Qué señales de Dios hecho hombre voy descubriendo en mi camino?¿En la familia?¿En la escuela?¿En el barrio o en el pueblo?¿En las noticias?...
Siempre que viajamos nos dejamos sorprender por alguna maravilla: un paisaje natural hermoso, un monumento impresionante, una ciudad maravillosa...¿Qué es lo que nos sorprende al hacer nuestro viaje interior?¿Nos dejamos sorprender por un "Dios entre nosotros"?
Si lo descubrimos como fuente de sabiduría en nuestro interior, encontraremos en nuestro día a día muchas experiencias de paz, de armonía, de amor. Navidad es la promesa de saber que Él está muy cerca.
En nuestro interior descubrimos que Alguien sale a nuestro encuentro; que en los momentos de ruido y en las horas de calma, Él, está presente...
(Pastoral La Salle Calaluña) 

6 comentarios:

  1. PAZ, AMOR, ARMONIA.
    QUE EL NIÑO JESÚS NAZCA CADA AÑO EN NUESTRO CORAZÓN.
    Una abraçada germà, Montserrat

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  2. Hoy ,por un asunto personal, volví a descubrír que ,a pesar de mis noches oscuras,ÉL no se quiere ir de mi interior y sonreí y LE dí las gracias.
    Espero tenga paciencia conmigo,pero mucha paciencia.
    Besucos,Feliz Navidad y gracias!!

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  3. Siempre es importante buscar momentos que nos hagan viajar a nuestro interior, me doy cuenta de que cada vez lo necesito más, muchas veces los tenemos delante y ni siquiera los vemos, para mí ayer fue un maravilloso arco iris

    Un abrazo

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  4. Joan, sonrío al leerte. Cada uno de nosotros tiene un discurso particular. El mio habla de un amor tangible, de una alegria que se convierte en emoción que estremece, en un amor que duele...
    Hablo de amor y al sentirlo se convierte en un AMOR con mayusculas y a el me lleva un sentimiento humano; la maternidad. Y desde ahi, desde lo que vivimos "tocando" y respirando cada segundo, es desde donde podemos entender la alegria, el dolor, la solidaridad... Bueno, tal vez no soy capaz de explicar lo que siento.
    Un beso de pre-navidad madrileña.

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  5. precioso cada persona save como estar mas cerca del señor haveces en silencio escuchando atu corazon oh ablandole asu madre a maria oh en algun lugar donde podamos ayudar alos necesitados oh apersonas que esos dias estan solas ahy tamvien podemos escuchar y ver lo facil que es colaborar con los que nos necesitan puede ser mas hermoso que estar encualquier lugar yo brindo por los que nos necesitan pues ellos tedan mas amor que tu lespuedes dar a ellos amen

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  6. me encanta la metáfora que has hecho.. un viaje al interior nos enriquece a medida que observamos sus paisajes, nos enseña y aprendemos y además nos ayuda al pleno conocimiento que no es mayor que el que uno tenga sobre si mismo y lo que quiere realizar en su vida .. hablando por realizar a no simples hechos sino a saber ser una verdadera esencia ... no es fácil..creo que realmente el sufrimiento hace que se vea también la felicidad o el placer de las pequeñas cosas... supongo que es una paradoja pero creo que es la realidad.. el dolor también te hace apreciar más lo bello que nos rodea,.. en ese viaje interior hacia nosotros nos ayuda a una toma de conciencia necesaria para avanzar con pasos firmes...

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