domingo, 26 de febrero de 2012

EL DESIERTO



"Después de esto, el Espíritu llevó a Jesús al desierto. Allí vivió durante cuarenta días entre las fieras, y fue puesto a prueba por Satanás; y los ángeles le servían.
Después que metieron a Juan en la cárcel, Jesús fue a Galilea a anunciar las buenas noticias de parte de Dios. Decía: 
- Ha llegado el tiempo, y el reino de Dios está cerca. Volveos a Dios y aceptad con fe sus buenas noticias."  

Cada año empezamos la Cuaresma con el relato de las tentaciones de Jesús en el desierto. Marcos, el evangelista que leemos en el ciclo B, es el más escueto en su relato. Pero nos da tres pistas muy importantes.
Ya sabemos el simbolismo que tiene el desierto y la cifra cuarenta: tiempo de prueba, tiempo de lucha. Son los cuarenta años que el Pueblo ha de pasar antes no entre en la Tierra Prometida. Para Jesús esos cuarenta días le enfrentan a todo aquello que intenta apartarlo de su misión. Lo enfrenta con el mal.
Marcos apenas se detiene en contarnos lo ocurrido, pero nos dice tres cosas esenciales:
. Quien conduce a Jesús al desierto es el Espíritu. No cualquier soledad, cualquier silencio, cualquier tiempo de penitencia es válido. No hemos de ir al desierto por capricho nuestro. Es el Espíritu quien ha de conducirnos para que nos sea de provecho, para que nuestro retiro no sea mero egoísmo, regodearse en una paz artificial, huir de la realidad...
. El desierto es tiempo de prueba; tiempo para enfrentarnos con el mal. Es el momento de enfrentarnos con nuestra "sombra", con nuestras partes oscuras, con lo negativo que hay en nosotros. Pero a Jesús los ángeles le servían. No estaba solo. En nuestros tiempos de prueba hemos de saber mirar a nuestro alrededor. Veremos "ángeles" que nos confortarán. Siempre encontraremos a alguien que nos tenderá una mano. Es más, hemos de buscar esa mano, ese consejero, que nos ayude a enriquecernos en la prueba.
. Al salir del desierto la vida de Jesús ha cambiado totalmente y empieza a predicar la Nueva Buena. Tras nuestro desierto el tiempo ha de dejar de ser "chronos", un tiempo para aprovechar, un tiempo fugaz, para pasar a ser "kairós": el tiempo oportuno. El presente pleno. Más adelante Jesús nos dirá, que esa Buena Nueva es la de que los cojos andan, los ciegos ven, el oprimido es liberado. A eso debemos dedicar nuestro presente: a luchar por la justicia y hacer que el verdadero Amor reine en la Tierra...

4 comentarios:

  1. Hola Joan Josep:
    Un bello Post.
    Y el video me ha encantado.
    Una abraçada, Montserrat

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  2. Me he sentido reflejado con el video,y extresado, quizas cuando me retiro: camvió elxip,me pongo una pelicula,que me ayude ha hevadirme una abraçada

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  3. Hay actitudes y decisiones que definen cómo nos vamos a acercar a la plenitud de nuestras vidas.
    Hay que tener la voluntad de retirarse a ese "desierto" voluntariamente donde buscamos la verdad. Hay que saber salir fortalecido y esto es tremendamente difícil; de hecho, no podemos contar solo con nuestras propias fuerzas.
    Un abrazo.
    Pablo.

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  4. Desierto es enfrentarse de alguna manera a nuestras miserias y nos da miedo ,pero ese mismo miedo es el que tenemos que apartar en el desierto de las tentaciones para que caiga por el abismo.
    Y lo más importante es salir de él con otra forma d mirar la vida.Podremos?.Creo que solo la humildad y un poco de fuerza del corazón nos ayudará a conseguirlo,Pero...cuesta!!
    Besucos

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