jueves, 2 de agosto de 2012

EL ANACORETA SUBE A UNA MONTAÑA


Aprovechando las vacaciones, el Anacoreta y su joven seguidor salieron de excursión y subieron a una montaña. El día era claro y radiante y la vista era espléndida.
El joven exclamó:
- Aquí uno se siente como una mota de polvo en medio del mundo. Insignificante. ¡Qué magnífica es la naturaleza!
Sonrió el Anacoreta y dijo:
- Por eso es tan importante tomar distancia ante los problemas y ante las cosas. Podemos darnos cuenta así de nuestra contingencia, de que no somos indispensables. Pero a la vez, el darnos cuenta de que, a pesar de todo existimos, nos ayuda a dar gracias por esta vida, por nuestra existencia y a darle una finalidad. 
Hizo una pausa y concluyó:
- Si pudiendo no existir existo, es porque debo hacer algo con mi vida. Es porque debo contribuir, aunque sea con una chispa, a esta luminosidad radiante del universo.
Y tomó un trago de agua de la cantimplora mientras seguía contemplando el paisaje...

2 comentarios:

  1. Des de dalt dels cims, veus les valls, els pobles, els rius, prens distància, però també veus la globalitat, el conjunt, no les particularitats....
    Lloats siguis Déu meu per tot el que podem veure des dels cims de la montanyes i des dels nostres petits Tabors.

    Adrià nYEL.

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  2. Joan la naturaleza es una de las cosas más bonitas que existen, si cuando subimos a los Picos de Europa y contemplamos tanta belleza a nuestros pies, si miramos hacia arriba es como si pudieras tocar el cielo con las manos una gran sensación. Un abrazo

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