lunes, 27 de agosto de 2012

EL ANACORETA Y LA PRESENCIA DE DIOS


Aquellas noches de calor intenso en las que se hacía difícil dormir, el Anacoreta y su joven seguidor, permanecían largo tiempo en la terraza contemplando el cielo estrellado.
El joven exclamó:
- ¡Qué fácil es sentir la presencia de Dios en estos momentos! En cambio nos cuesta mucho verlo presente en los demás.
Sonrió el anciano y dijo:
- Porque siempre tenemos presentes los defectos de los demás. ¿Cómo vamos a ver así a Dios presente en ellos? Vemos sus defectos físicos. Vemos sus defectos de carácter. Vemos sus manías y sus faltas...En el fondo nos estamos comparando continuamente con ellos, cuando no, proyectándonos...
Respiró profundamente y concluyó:
- No se trata de ignorar los defectos del otro, pero sí saber que sólo son personas tan débiles como nosotros y que sus defectos son nuestros defectos reflejados y que precisamente Dios brilla, se hace presente en la sencillez, en la debilidad, en la pobreza...Si miramos al otro así, veremos a Dios en Él.
Y siguieron contemplando las estrellas en silencio...  

6 comentarios:

  1. D'acord amb la reflexió; el desengany, també natural en la persona, ve no quan li atribueixes defectes, sinó quan l'has estimat o idealitzat i la persona en qüestió traeix les teves esperances.
    Llavors cal fer l'exercici dolorós de reconsiderar les dues conductes, la teva i la de l'altre, i posar-ho tot al lloc que correspon.
    I encara més trist: saber que mai no ens arribarem a conèixer a fons: ni a nosaltres ni als altres, i només ens podem relacionar per aproximació.
    Per últim i per sobre de tot, hi ha l'amor, que arriba després d'intentar comprendre. "No jutgeu..." diu el Mestre. Que difícil, això, i quan d'amor comporta...
    Una abraçada de finals d'agost.

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  2. Bones i caluroses tardes.
    Desde Valencia, reflexiono amb aquest texte.
    Mercés Joan Josep.
    Una abraçada, Montserrat

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  3. Gracias, por la grn enseñanza de hoy, es verdad,gracias.Lo intentare.

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  4. Ver los defectos también en nosotros, perdonarnos y perdonar para llegar al verdadero Amor de Dios.
    Qué difícil!!

    Un enorme beso desde el viejo reyno

    Aiara

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  5. ¡Qué bella reflexión Joan! Gracias.

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  6. que reflexion tan maravillosa

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