martes, 13 de diciembre de 2016

EL ANACORETA Y LA EXPERIENCIA DE DIOS


El joven discípulo preguntó al Anacoreta:
- ¿Por qué a pesar de tantos libros, conferencias, cursos, sobre Dios, no se convierte más gente?
El anciano sonrió antes de responder.
- Porque Dios, antes que una "palabra" debe ser una experiencia. Si Dios no es una experiencia, no sirven de nada las palabras que podamos decir de Él.
Miró al joven a los ojos y concluyó:
- Para que lo que digamos de Dios tenga algún sentido, Él debe habitar antes en nuestro corazón.
Y ambos se fueron a rezar Vísperas.

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