Comentando el post de ayer, Saltim y Adrián señalaban que el amor también hace sufrir. Saltim añadía que cuanto más se ama más se sufre...Es cierto. Uno de los componentes del amor es la compasión. Que no se ha de entender como una sensiblería que nos hace llorar ante cualquier cosa, ni hemos de darle el sentido despectivo con el que se suele emplear este término. Su etimología es clara "padecer con". Es unirse al sufrimiento del otro.
Dado que el sufrimiento es algo personal e íntimo, la compasión es más un acompañamiento al otro en su sufrir...Difícilmente podremos sufrir lo mismo que él.
Pues bien, ya que el que ama es compasivo, es natural que el amor comporte sufrimiento. Pero ese sufrimiento compartido se hace más llevadero. No por aquello de que mal de muchos consuelo de tontos, sino porque nos sentimos acompañados, ayudados, confortados. No hay sufrimiento más terrible que el que hemos de sobrellevar en soledad, abandonados de todos. O ese sufrimiento del que creemos sólo será calmado con la venganza, viendo sufrir al otro.
El que ama sufre, pero este sufrimiento tiene un sentido y es enriquecedor. El que se siente amado en su sufrimiento, lo soporta mejor y se enciende en él una luz de esperanza. El amor del otro puede ayudarle a reconciliarse con quien le hace sufrir y consigo mismo.
Ciertamente el amor hace sufrir. Pero, qué distinto es el sufrimiento del que ama y del que se siente amado, de aquél que se siente solo o piensa únicamente en la venganza para calmar su sufrimiento...
BON DIA JOAN JOSEP:
ResponderEliminarDe vegades quan he patit per els meus fills, he pensat amb la Mare de Dèu, quand deuria sufrir la nostre Mareta, al veurer el seu fill Jesús torturat.
Una abraçada germà, Montserrat
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BUENOS DIAS JOAN JOSEP:
A veces pienso cuando sufro por mis hijos, cuánto deberia haber sufrido nuestra Madrecita, al ver a su hijo Jesús, ser torturado.
Un abrazo hermano, Montserrat
El sufrimiento del que ama y del que se siente amado es sufrimiento compartido...y como tal , la carga es más llevadera. Pero el sufrimiento del que se siente solo, y como tú bien dices...solo piensa en la venganza para calmarlo..."ese" , no se calma,ni desaparece,al contrário...solo deja un regusto amargo,envenena y corroe el alma y el espíritu del que lo sufre,y desea que su venganza dure eternamente, para así culpar al otro de su propia falta de motivación para tomar las riendas de su vida. Hay quiénes aceptan recibir amor cuando sufren...pero y ¿ los que no quieren aceptarlo, porque prefieren culpar a los demás de todos sus sufrimientos...y así eximirse de la responsabilidad que tienen consigo mismos?.¿Como se les puede ayudar en ese caso?.Un abrazo.
ResponderEliminarMolt encertades les reflexions sobre el dolor d'amor. Sempre pateix més qui estima que qui es deixa estimar.
ResponderEliminarPerò hi ha les confortadores paraules de Joan de la Creu quan diu que al vespre de les nostres vides només serem examinats en l'amor.
Pel que deies de les coses antigues, de família, deu ser difícil en una comunitat religiosa conservar-ne alguna. Però després de tot, són relíquies de les nostres vides, i les relíquies se solen venerar... ¿O unes sí i les altres no?
Amb el meu afecte.
Cuánta razón en estos párrafos. Sufrir compromete al alma, cuando se sufre y se siente que no estás solo/a que hay alguien que te acompaña las sensaciones son diferentes. La soledad en esos momentos es algo casi insufrible, que no imposible de sobrellevar, de eso doy fe por desgracia.
ResponderEliminarUn abrazo enorme desde el viejo reyno
Aiara
El hecho de sentirse solo en el sufrimiento ya es suficientemente doloroso, sin necesidad siquiera del rencor.
ResponderEliminarLos mayores, especialmente, sufren muchas veces esta sensación de abandono y soledad que no es sensación sino que suele responder a una realidad.
Ni siquiera la felicidad del que ha amado mucho es capaz de mitigar en ocasiones esa sensación de sufrimiento no compartido.
Gracias a Dios, siempre encontramos personas capaces de acompañar generosamente a aquellos que sufren.
Un abrazo
Pablo
Es que el sfrimiento del "solitario"que solo desea vengarse del otro para que sufra es además una cruz añadida que lleva arrastrando .
ResponderEliminarLAs curces se llevan al hombro como bien podamos y cierto es que compadecer es un verbo que desgraciadamente hemos "castigado! a ser pena,cuando es un padecer junto .estar al lado de,es esa manera de estar presente aún sin hablar.
Estas dos últimas reflexiones,son de una profundidad inmensa,además de sobresalientes¡
Gracias por acercárnoslas¡¡
Abrazos
Consolación
No sé si es que no te comprendo o que mis pensamientoss sobre el tema son absolutamentee opuestos. Amor, es dicha, alegria, expansión de todo nuestro ser. Sufrimiento; todo lo contrario. No se sufre si ama. Se teme. Y el sufrimiento... aqui lo voy a meter la pata, lo sé, nos enseña lo que la vida es. Mitad ( mas o menos) dulce y mitad amarga. Pasar por el sufrimiento nos hace ver mejor y con mayor calidad, la parte buena y sana.
ResponderEliminarLa muerte hace más fuerte la vida. La noche, más luminoso el día.
No me parece justo unir sufrimiento y venganza... no, él que busca venganza, le anida otro sentimiento; ¿ envidia, resentimiento...?
Lo admito, no se explicartelo bien pero ... No, amor y sufrimiento; jamás van juntos...................... el hoombre, los mezcla.
¿ Hace un abrazo con ventilador?