El joven seguidor estaba inmerso en un mar de dudas. Cuanto más intentaba rezar, más le costaba. Cuanto más buscaba comprender, más se sumergía en las tinieblas de la noche.
El Anacoreta esperó encontrarlo en un lugar tranquilo y le dijo:
- No te extrañes de lo que te ocurre. Cada vez que intentas orar en la soledad de tu habitación o en la penumbra de una iglesia, eres incapaz de concentrarte, de guardar silencio en tu mente. Te recorren hormigas por el cuerpo y la respiración, que querrías dominar y sentir, casi te ahoga y se hace opresiva...
Lo miró con simpatía y prosiguió:
- En ese caso, olvídate de métodos y reglas. Quédate simplemente ahí, delante de Él. Cuéntale lo que te ocurre. Deja pasar el tiempo...
Guardó un rato de silencio y dijo:
- No te fíes de aquél que te dice que nunca ha dudado. Que su Fe es una roca. Que sus meditaciones son extraordinarias... Posiblemente lo que es inmenso es su orgullo. Una Fe que nos lleva a estar muy seguros de nosotros mismos, una Fe sin noche, suele ser una Fe hecha a nuestra medida y conveniencia. Teresa de Calcuta escribía: " Mi alma no es más que un trozo de hielo". Su Fe no era esa Fe del orgulloso que se cree poseedor de la verdad. Como ella entendió esto, también escribió: "Si un día llego a ser santa, seré sin duda una santa de las tinieblas. Me ausentaré del Cielo para siempre, para encender la lámpara de los que en la tierra están en las tinieblas."
Volvió a mirarlo con ternura y concluyó:
- Ella está con su pequeña luz junto a ti....
JOAN JOSEP.
ResponderEliminarGracias por nombrarla, por recordarla.
MADRE TERESA DE CALCUTA, ella se llamaba el lapicero de Dios.
Gracias germà, per ajudanse a reflexionar.
Una abraçada, Montserrat
Quien no tiene nunca ninguna duda es que no sabe nada. Eso me dijeron una vez y pensándolo bien creo que es verdad.
ResponderEliminarUn Abrazo Joan. Por cierto, me ha emocionado la frase de Teresa de Calcuta: Si un día llego a ser santa, seré sin duda una santa de las tinieblas. Me ausentaré del Cielo para siempre, para encender la lámpara de los que en la tierra están en las tinieblas.
Somos muchos los jóvenes en esta situación. Ójala leyeran esta entrada y así entendieran muchas cosas, como me ha pasado a mi.
ResponderEliminarSigo tu blog. Ánimo que hace mucho, mucho bien. Te encomiendo con mucha devoción a la Virgen.
No sé, no me preguntes porque no sabré darte una respuesta .... al leerte he sentido la necesidad de abrazarte e invitarte a tomar un café.
ResponderEliminarYa sabes, estas mujeres raras, raras ....
Como no puedo hacer desaparecer la distanca. te dejo cien besos envueltos en cariño y amistad
Joan:
ResponderEliminarEl orgullo tiene una doble lectura, positiva para el que esta orgulloso de su fe por intentar de hacer las cosas bien, y negativa y nefasta para el que se cree orgulloso de que es el unico que lo hace todo bien.
Un abrazo
Como suele ocurrir muchas veces, seguramente lo más sencillo de todo sea lo más eficaz, aunque haya momentos en que ni siquiera esa sencillez sea capaz de acallar la mente
ResponderEliminarLo importante es seguir intentándolo una y otra vez sin dejarnos llevar por la apatía, la falta de ganas o el cansancio de no conseguir nada
Gracias por ir indicando caminos
Un fuerte abrazo en una mañana fresquita, que se agradece, hoy todavía sin ese café del que habla Gloria, por siaca..., y la verdad es que se echa de menos
Rezar es hablar con el Señor con naturalidad,confianza,como se habla con un amigo íntimo,para contarle nuestros problemas...pedirle ayuda y consejo, y sentir que nos escucha y no nos abandona cuando lo necesitamos...y también para darle grácias por todos los medios que nos da , para alumbrar nuestro camino y el de los que están en tinieblas. La Madre Teresa,fué en su vida en la tierra,luz para los que viven en tinieblas, y desde el cielo, seguirá iluminandoles igualmente. Un saludo.
ResponderEliminarAlgunas veces intentamos ser 'ferpectos' y lo único que encontramos en nuestro corazón es un terreno yermo, pues desde esta perspectiva solo vemos los defectos de los otros.
ResponderEliminarNo hay mejor medicina que la de saberse humano y falible; incluso o especialmente al ayudar a los demás, deberíamos hacerlo con humildad.
En este mundo confuso, los eruditos nos aleccionan cuando muchas veces no saben perdonar.
Un abrazo
Pablo
Cuando yo naci, fui ha caer en el monton delos medicres, que es el que hay mas; no llevamos uniforme, no nos destacamos en nada: pasamos, un eslavon mas.
ResponderEliminarUna mujer con sus dudas con sus problemas, se lavanto las mangas, se colgo una cruz, y dijo:Empezare por aqui.
No tuvo tiempo de concentrarse, sobre la marcha, su marcha y su egercito la premió haciendola santa. Se destaco por su trabajo, y su voluntad y su fe para hacerlo, en ora buena una abraçada
Muy acertada tu reflexión, siempre nos llegará la noche oscura, y si no llega,no tenemos probada la fe.
ResponderEliminarcon ternuar
Sor.cecilia
Es cierto, quién no duda? Todos o casi todos algunas veces hemos dudado, pero lo importante es retomar el vuelo y seguir creyendo.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias
Me ha venido muy bien la lectura de este post en tu blog. Ando distraída en mis obligaciones para, con, Dios desde hace ya más de un año. Quiero rezar y no puedo. Seguiré el consejo del Anacoreta, espero pronto podré retomar el camino de oración que emprendí
ResponderEliminarme hace tanto bien el saber qe no estoy solo,,,en la oscuridad...
ResponderEliminarsi hace falta la luz
ResponderEliminarsi hace falta la luz
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