¿HASTA CUANDO?

Leo en el informativo de Internet FLAMA ( de la iglesia catalana), que el próximo domingo, 18 de julio, se cumplirán 5000 días de la resolución de las principales naciones, auspiciada por la ONU, de reducir el hambre en el mundo en un 50% antes del año 2015.

¿Hemos hecho algo? La realidad es que en este momento se ha pasado la barrera del millón de hambrientos y se calcula que mueren cada día 24000 personas por esta causa. De ellas el 75% son menores de edad.

En madrid, el domingo a las 11h de la mañana está convocada en la plaza del Museo Reina Sofía una "platada". En vez de con cacerolas se hará ruído con platos, para recordar esta injustícia.

Pero a mí cada vez me impresionan menos estos actos. Los que realmente pueden solucionar el problema, ni asistirán, ni les importa lo que allí ocurra. Están preocupados por "problemas más importantes". Claro que nosotros también podemos hacer algo. Y no me refiero a participar en una ONG, o practicar un verano solidario. Algo más sencillo: ante uns elecciones, leerse el programa de los partidos y no votarlos si no incluyen resoluciones en ese sentido. Y una vez votados: EXIGIRLES... Hemos matado la democracia. Votar cada cuatro años y luego desentenderse de todo y sólo cabrearse cuando hay algo que me afecta personalmente a mi, es una caricatura de democracia.

¿Es moralmente lícito que casi la mitad de la humanidad viva en condiciones indignas, en un mundo rebosante de riquezas y de recursos técnicos? Los organismos oficiales creados para ayudar a los países pobres, Fondo Monetario Internacional, Banca Mundial...actúan con criterios totalmente comerciales. Ayudan, pero ahogan a los países menos desarollados con sus intereses. Ya nadie pide que se condone la deuda a esos países. No se pide , porque se sabe que es tiempo perdido.

Y no se trata de discutir sobre ideologías. Todas ellas han fracasado. Se trata de embebernos de dos conceptos y ponerlos a la práctica: la solidaridad y la gratuidad.

Solidaridad real, no de palabra. Gratuidad que nos haga ver de una vez por todas, que hay que dar sin recibir nada a cambio, ni siquiera las gracias. Porque lo que les falta a los otros es siempre algo que nos sobra a nosotros...¿Cuántas personas deberán morir para que la sociedad reaccione?