Película española de Antonio Cuadri. Interesante, sobre todo para los que fueron adolescentes en el principio de la Transición o los que éramos educadores en esos tiempos.
Ramón está pasando de la preadolescencia a la adolescencia. Momento de por sí problemático, que se ve todavía más acrecentado por tener que cambiar de ciudad de residencia cada dos por tres, debido al trabajo del padre. Le toca entrar en la adolescencia solo, ya que acaba de llegar a Sevilla y en la escuela no conoce a nadie. Esto, arropado por los cambios políticos que se producían en ese momento.
Me parece una película correcta. No cae en los tópicos. La escuela, no se acaba de aclarar si es pública o privada, es como la mayoría de las de aquel tiempo y el guionista no cae en críticas fáciles ni imágenes caricaturescas. Se me hace entrañable la figura del cura Manolo, el profe de religión, al que expulsan de la escuela por hacer política en clase. (Me he visto reflejado).
El descubrimiento de la sexualidad de Ramón, también se hace sin estridencias, pero mostrando claramente las dudas y el desconcierto del muchacho.
El personaje imaginario, el indio Nube de Agua, simboliza la inocencia de la infancia, que ya no le sirve para afrontar su futuro y ha de morir, para que Ramón siga creciendo. El cura Manolo, no guardándole rencor por su chivatazo, será otra de las personas que le ayudarán a ser más hombre.
No sé si los que no vivieron aquellos tiempos en su propia carne como adolescentes o educadores, valorarán de la misma forma la película; pero a mi me ha gustado.
BON DIA JOAN JOSEP:
ResponderEliminarYo no la vi. Ya intenaré verla.
Gracias por mencionarla en esta entrada.
Si yo fuera chico, diriamos que somos de la misma quinta.
¿Te acuerdas de la cupuxinada?.
Besos, Montserrat
Gracias Joan Josep, poe la información de esta pelicula. Hace mucho, mucho tiempoque no veo ninguna, y ya me gustaría . El tiempo no es mio
ResponderEliminarCon ternura
Sor.Cecilia
Hola Joan. Yo tampoco la he visto pero por la temática creo que merece la pena echarle un vistazo.
ResponderEliminarBesos y gracias por esa información.
Por lo que comentas es una película digan de ser vista. La inocencia es un hermoso tesoro; doloroso cuando a éste se nos lo roba.
ResponderEliminarTe dejo muchos saludos berlineses.
Trataré de verla pues tengo un hija preadolescente que transita por esos cambios.Bona nit.
ResponderEliminarEscribir en un space, … comentar en otros muchos,… visitar y comentar en Religiónn Digital… y ¿Ahora también crítico de cine? ¿Joé macho, y tú cuando curras? Ah, se me olvidaba que eso de ser Hno. de la Salle da pa mucho, claro.
ResponderEliminarHares
Si quieres saberlo, ven y verás. Un abrazo, majete: Joan Josep
ResponderEliminarJoan Josep, hoy Sor Cecilia compartió conmigo un premio... y a mí me gustaría compartirlo contigo. He pensado en ti porque para mí es un premio leerte. Tus reflexiones son ricas, profundas y nos enriquecen a todos. Si quieres, pásate a recogerlo por mi blog. Un abrazo.
ResponderEliminarMuy bueno el comentario.que como el cura hay muchos que les ha costado el título por (desasnar) a la juventud en cuanto al tema de lo político , pues sirve que sean ignorantes en eso para manejarlos mejor. buena la explicación sobre la pérdida de la inocencia del chico ,todo un tema.. gracias por compartir temas tan buenos como éste.. no se si se encontrará esta película por acá,desde Uruguay ..Josefina.
ResponderEliminarPor sus frutos los conocereis, no me hace falta tomar el metro. Un abrazo majete
ResponderEliminarHares
Hares. Por suerte para todos, los frutos sólo los conoce Dios. Y Él es misericordia, Padre-Madre, aunque te empeñes en no verlo.¡Ah! dudo que con metro puedas llegar a mi casa, hasta que no acaben la línea 9. Con este texto, por bien de los otros contertulios, que no tienen por qué aguantar tu paliza, dejaré de aceptar tus mensajes, a menos que sean positivos y constructivos: Joan Josep
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