He leído esta historia interesante. Es la historia de un nieto y su abuelo. El abuelo es el rabino Baruj y el nieto es Yehiel.
"Yehiel el nieto de rabí Baruj, jugaba un día al escondite con otro niño. Encontró un escondrijo estupendo, se metió y esperó a que su compañero viniera a descubrirlo. Pero, después de haber esperado mucho tiempo, acabó por salir y no vio en ninguna parte a su amigo. Se dio cuenta entonces de que el otro niño no lo había buscado en absoluto y rompió a llorar y llorar. Fue corriendo, y todavía sollozando, a buscar a su abuelo para quejarse a gritos de la maldad de su compañero, de aquel malvado niño que no había querido buscarlo, ¡y eso que él estaba tan bien escondido! Sólo con gran trabajo consiguió aguantarse las lágrimas Baruj:
- Es exactamente lo que dice Dios: "Me he esondido y nadie quiere buscarme"
En el libro donde he leído esta historia se dice que a Dios le gusta jugar. Por eso nos dijo que "el que no recibe el Reino de Dios como niño, no entrará en él."(Mc 10,15)
Ciertamente Dios no es evidente. Y lo más cómodo para nosotros es hacer como el compañero, no buscarlo. Sin embargo, quien sabe mirar a su alrededor con ojos contemplativos, lo ve en muchos escondites. Y si se para unos instantes...lo ve en sí mismo.
(El libro es "La fe de los demonios (o el ateismo superado) de Fabrice Hadjadj Ed. Nuevo Inicio, Granada, 2010)
no hay manera de dejarte un comentario hoy, ya es la 4º vez que lo intento.
ResponderEliminarMe gusta mucho tu reflexión, No te digo más a ver si te llega.
Un abrazo
Sor.cecilia
JOAN JOSEP:
ResponderEliminarMirar con ojos contemplativos con la inocencia de un niño, entre las cosas más encillas está EL SEÑOR.
Gracias per compartir aquestas reflexions i aquesta historia.
Una abraçada,Montserrat
A la mirada de un niño la llamamos los "adultos" fantasía, imaginación, ilusión...
ResponderEliminarY, cegados, a nuestras mejores miradas las denominamos utopías, ideales, sueños, ilusión...
Porque al final, nuestra mejor mirada, es la mirada de un niño. El que nuestro buen Dios Padre ha puesto en cada uno de nosotros.
En el Amigo,
Al + Mc
Qué bonita y profunda entrada, Joan Josep... me maravilla como relacionas ese niño...DIOS... el escondite... y esa búsqueda... que tarde o temprano ante nuestro o dentro... en momentos de alegría o desesperación... DIOS nos llama... y aunque no lo busquemos... somos encontrados por Él... y nos "Toca" con SU PRESENCIA... en esa mirada inocente ...la de la PUREZA DEL CORAZÓN.
ResponderEliminarUn sincero Abrazo en CRISTO... y mil gracias, hermano.
Carmen.
Hola Joan: ¿ Dices que juega al escondite?
ResponderEliminarAnoche vimos un programa de Redes, ya sabes este Eduardo que se nos ha dedicado a hacernos ver los avances de la ciencia en todos sus campos. Ayer tocó hablar del universo... no voy a aburrirte con toda la explicación que nos dieron pero podemos resumirlo en que , de forma oficial, se sabe que existen otros planetas como el nuestro.
No jjuega a esconderse; si tiene que ocuparse de muchos planetas que son habitados por descerebrados como los que corren por este ....
¡ le falta tiempo ¡¡
Un beso, fuerte y con un minimo de aire fresco.
Buenas noches Joan
ResponderEliminarUna entrada muy reflexiva e interesante.
A Dios lo podemos encontrar en cualquier parte, como bien dices, pero para algunos es más cómodo no verlo, no sentirlo y están confundidos porque Él está en nuestros amigos, vecinos, compañeros.
Un abrazo
hola, ola de mar...
ResponderEliminarPues ... a mi me dolía que no me buscaran con suficiente fuerza. Hoy me duele que no me queiran conocer de verdad, porque eso es encontrarme. Yo no he superado mi ateísmo, ni lo haré, espero, porque entonces, dejaría de tener fe en lo humano para sustituirlo por fe en algo que no puedo ver ni tocar,que no puedo querer.
Un beso, del Aire
Hay momentos en que aunque le busquemos con todas nuestras fuerzas y sí que le queramos encontrar, se esconde tan bien, tan bien, que no hay manera de encontrarle, pero también es cierto que hay veces en que es más cómodo no ir a buscarlo, así no hay peligro de encontrarlo...
ResponderEliminarAire, el superar el ateismo no quiere decir ni mucho menos que tengas que dejar de tener fe en el ser humano, no son incompatibles una cosa con la otra, al contrario
Si crees en Dios, a quien no ves, eso te debe de llevar directamente a creer en el ser humano, una cosa no es sustitutiva de la otra, sino más bien todo contrario
Un abrazo y perdón por mi atrevimiento al responder a Aire
Manuel es un amigo imaginarió, como el de Marcelino: y quien no ha tenido este amigo, cuando hemos jugado solos; Ho nos creiamos solos.
ResponderEliminarEs nuestro amigo, es nuestra terapia quien duda de este amigo,Ho amiga de Muñecas: digamoslo, como queramos pero todo esta dentro de nosotros, esto no hay la mas remota duda Una abraçada