sábado, 4 de septiembre de 2021

LO IMPORTANTE Y LO SUPERFLUO

 


Un sábado, Jesús atravesaba un sembrado; sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas con las manos, se comían el grano. Unos fariseos les preguntaron: "¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?" Jesús les replicó: "¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios, tomó los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y les dio a sus compañeros." Y añadió: "El Hijo del hombre es señor del sábado."

"Distinguir entre lo que es importante y lo que no lo es, exige sabiduría, implica un discernimiento. El descanso del sábado es uno de los rasgos distintivos del pueblo de Israel. Un rasgo que nace de su comprensión de Dios. En la Sagrada Escritura sólo se hablaba del descanso y de algunas prohibiciones sobre determinados trabajos, sin embargo, los expertos de la ley habían elaborado, partiendo de ahí, unas treinta y nueve clases de trabajos prohibidos de realizarse en sábado. Entre otros, arrancar espigas y desgranarlas. El legalismo también puede matar el espíritu cristiano. Jesús aprovecha la situación para recordar a los fariseos la esencia del sábado, día para hacer el bien, día de la misericordia de Dios, quien tuvo piedad de la humanidad al enviarnos a su Hijo. Jesús nos recuerda la importancia de la persona, imagen de Dios, y no procurarle el bien es ya un mal. Por encima de cualquier circunstancia debe sobresalir la misericordia y el amor a Dios y al prójimo. ¿Sabes distinguir en tu vida lo importante de lo superfluo?" (Koinonía)

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario