En aquella misma ocasión se acercaron a Jesús los discípulos y le preguntaron: – ¿Quién es el más importante en el reino de los cielos? Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: – Os aseguro que si no cambiáis y os volvéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. El más importante en el reino de los cielos es aquel que se humilla y se vuelve como este niño. Y el que recibe en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe. |
No despreciéis a ninguno de estos pequeños. Pues os digo que sus ángeles en el cielo contemplan siempre el rostro de mi Padre celestial. Hacerse como niños es hacerse importante en el Reino. En nuestra sociedad, el más fuerte, el más poderoso, el que tiene más dinero, es el más importante. El camino de Jesús es todo lo contrario. Es el camino de la sencillez, de la humildad. Recibir al niño en nombre de Jesús, es recibir al pobre, al abandonado, al emigrante, al desahuciado...Es ser, en cierta manera, sus ángeles custodios. Amar al otro gratuitamente, es ser su ángel de la guarda. Eso nos hará que veamos siempre el rostro del Padre, que lo veamos en todo y en todos. |
Hermosa reflexión.
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