domingo, 13 de marzo de 2011

IR AL DESIERTO



"En aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre. El tentador se le acercó y le dijo:
- Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.
Pero él le contestó, diciendo:
- Está escrito: 'No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.'
Entonces el diablo lo lleva a la ciudad santa, lo pone en el alero del templo y le dice:
- Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: 'Encargará a los ángeles que cuiden de ti, y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras.'
Jesús le dijo:
- También está escrito: 'No tentarás al Señor, tu Dios.'
Después el diablo lo lleva a una montaña altísima y, mostrándole los reinos del mundo y su gloria, le dijo:
-Todo esto te daré, si te postras y me adoras.
Entonces le dijo Jesús:
- Vete, Satanás, porque está escrito: 'Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto.'
Entonces lo dejó el diablo, y se acercaron los ángeles y le servían. "


El desierto es uno de los símbolos más ricos de la Biblia. Lugar de oración, de prueba, de tentación. Camino que hay que recorrer para alcanzar la tierra prometida. Allí habla Dios, pero también habita el Enemigo. Lugar de soledad y silencio.
El desierto nos da miedo, porque la soledad y el silencio no nos gustan. Hacen que nos encontremos con nosotros mismos, con nuestro centro. Y eso, suele ser muy duro.
Sin embargo necesitamos ir al desierto, como lo hizo Jesús al empezar su misión. Para clarificarnos, para conocernos, para descubrir nuestro camino. A estas alturas ya sabemos que el desierto no es un lugar, sino una actitud. Ir al desierto es ahuyentar de nosotros todos los ruidos, todas las ideas, todo aquello que nos distrae y nos aparta de nuestro verdadero yo. Allí, como Jesús, descubriremos y deberemos vencer las tres tentaciones. Tentaciones que se presentan a cada persona, pero también a la Iglesia como Comunidad. El Maligno, sutilmente nos lleva a tres situaciones, que nos apartan de Dios creyendo que lo alcanzamos:
- La tentación de colocar Dios a nuestro servicio. De utilizarlo y sacar provecho material de la Fe. De querer vivir a costa de la religión.
- La tentación de asociar la Fe a manifestaciones grandiosas, a milagros, revelaciones, grandes señales y olvidar que la Fe nace en lo humilde, lo sencillo...en un Niño desnudo en un pesebre.
- De confundir la Fe con el poder temporal, con el dominio en el mundo y en la sociedad. Con poseerlo todo...
Las tres tentaciones nos siguen y seguirán acechando. Jesús nos señala tres caminos:
- La Palabra. Meditar la escritura nos indicará en cada momento por dónde hemos de seguir. Buscar qué nos dice Dios en cada momento.
- No tentar a Dios. No creer que podemos dominarlo con nuestros rezos, ritos y ceremonias.
- Adorar a Dios. Que al fin y al cabo es la auténtica oración. Abandonarnos en sus brazos, en vez de seguir las mil fórmulas que nos ofrece la sociedad para triunfar.
Ya sé. Estas tres cosas no son muy atractivas. Busquemos esos momentos de desierto y, entonces, descubriremos su riqueza y su verdad. 



9 comentarios:

  1. Buen domingo Joan Josep:

    Gracias por compartir estas reflexiones que siempre me hacen pensar.

    El día 21 empiezo el cursillo del Nuevo Itinerario Diocesano de grupos, para reflexionar sobre los Evangelios y la palabra de Dios.
    Será solo un día al mes.
    En mi Parróquia ya se han formado varios grupos.

    Una abraçada germá, Montserrat

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  2. Gracias J.J. lo dices muy bellamente. Hay que ir al desierto, para tantas cosas. Pues ahí nos encontraremos, en soledad y "compañía". Jesús nos guíe.
    Unidos.

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  3. Cuando era más jóven:), me atreví a andar por el desierto solo. Más impresionante que el propio desierto, es ciertamente encontrarse consigo mismo y, por ende, con nuestras limitaciones, deseos, frustraciones y pensamientos (desde los más puros a los más extraños:). A pesar de sus inconvenientes, es mejor lugar para ejercicio espiritual que muchas de las llamadas "casas de espiritualidad".
    Un abrazo. Pablo.
    P.D. el correo de hotmail es a veces caprichoso. No creo que Microsoft haga mucho caso de denuncias personales que no estén avaladas por algo concreto. Acabo de entrar en tu perfil de hotmail a través de contactos. No sé si esto es significativo, pero creo que sí. Prueba a entrar de nuevo y revisa tu configuración.

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  4. Gracias por estas reflexiones,la liturgia acompaña en estos tiempos fuertes para entrar dentro de uno mismo veo que hay como cierta pereza y comodidad para tal esfuerzo lo veo en mi.

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  5. La única vez que he estado al pie del desierto me pareció algo tan inmenso y tan impresionante como el mar y como me pasa con el mar, me daba la impresión de que me llamaba, que me pedía que me adentrara en él
    Pero la realidad no tiene nada que ver con la imaginación y la vida en el desierto debe de ser bastante más dura que todo eso
    Me gustan los tres caminos que propones, será cuestión de irlos recorriendo

    Un abrazo

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  6. A lo largo de nuestra vidas nos adentramos varias veces, al menos yo, en el "desierto". El silencio lo cubre todo para que nuestras voces internas se escuchen alto y claro. Pero, Joan, nunca dejo de saber que soy yo... y de aquí mi pregunta ;¿ sabiendose el hijo de Dios, necesitó el desierto ? No, no me sirve la respuesta facil: " Vino a la tierra como hombre ".
    Vino como hijo y hablo de su padre. Vino a hablar de salvación y sabiendo que iba a ser crucificado... y el ángel caido conocia todo eso. Se conocian.
    Seguiremos... sólo se trata de volver a mis tirones de orejas.
    Un besooooooooooooooo

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  7. bienvenis al desierto www.cameltripsmorocco.com

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  8. bienvenidos al desierto www.cameltripsmorocco.com

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  9. bienvenis al desierto www.cameltripsmorocco.com

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