martes, 9 de octubre de 2012

EL ANACORETA Y LA ALIENACIÓN


El "intelectual" que entrevistaban por la TV repitió la consabida frase de Marx de que "la religión es el opio del pueblo."
El Anacoreta se giró hacia su joven seguidor y le dijo:
- Realmente en nuestra sociedad existe mucha alienación. El presente no es precisamente agradable y tenemos la tentación de huir de la realidad, de refugiarnos en fantasías. Pero la religión y la espiritualidad no son precisamente las culpables de la alienación. 
El discípulo callaba, pero el anciano vio una chispa de duda en su mirada. Por eso el Anacoreta siguió explicándose.
- La verdadera espiritualidad no nos aparta de la realidad, sino que nos inserta en ella con más profundidad. Nos hace ir al fondo de la cuestión de las cosas y nos lleva al compromiso.
- Entonces - preguntó el joven seguidor - ¿qué es lo que aliena a nuestra sociedad?
Suspiró el Anacoreta y dijo:
- La tecnología deshumanizada que nos sumerge en mundos artificiales y el derrumbamiento moral de un mundo materialista, en el que tratamos de esconder el dolor y de evitar a toda costa el esfuerzo y el compromiso. Una tecnología basada en el consumismo, que trata de acallar los problemas a base de compulsiones, de mantenernos distraídos y evitando que reflexionemos sobre la realidad. Un mundo en que una pequeña parte cierra sus ojos al sufrimiento de la mayoría y del que hemos desterrado el concepto de responsabilidad y de culpa. Esos son los verdaderos productores de alienación...

1 comentario:

  1. Aunque a algunos les parezca una contradicción, un mundo sin pobreza sería económicamente mucho más fuerte y mucho más estable de lo que es hoy. Esto no lo digo yo, sino que se basa en serios estudios de economistas de renombre.
    Un abrazo.
    Pablo.

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