miércoles, 26 de diciembre de 2012

CUENTO DE NAVIDAD


En casa de Laura todos estaban nerviosos. Aquella tarde, papá había bajado del altillo dos grandes cajas. En una estaban, cuidadosamente envueltas en papel, las figuras del belén. En la otra, el portal, las casas del pueblo, el pozo, el puente...
La sorpresa saltó al desempaquetar las figuras. El niño Jesús no apareció. Pol, el hermano pequeño de Laura, un niño con síndrome de Down, era el que estaba más nervioso y preocupado de todos. ¡Sin el Niño Jesús no se podía montar el belén! Papá intentó calmarlos a todos. Tras buscar por todo el altillo, la figura no apareció. Entonces dijo:
- No os preocupéis. Mañana iré a la Fira de santa Llúcia a comprar un Niño Jesús.
Aquella noche, Laura tuvo un extraño sueño. Soñó que ella era una pastorcilla. En su cesto llevaba un tarro de miel para el Niño y un paquete de Dodotis, ya que ella había visto, que María sólo tenía unos trapos para fajar a Jesús. Cuando llegó al portal se acercó al Niño muy nerviosa. Pero su sorpresa fue grande al ver que el Niño Jesús era su hermanito Pol, el del síndrome de Down, que le sonreía con los brazos abiertos. María, tras coger los presentes, depositó al Niño en sus brazos. La alegría de Laura era inmensa, pero...entonces  despertó.
Mientras desayunaba, antes de ir al colegio, le contó a su madre el sueño que había tenido.
Laura pasó el día bastante distraída en el colegio, imaginando cómo sería el Niño Jesús que iba a comprar su padre. Cuando al atardecer volvió a casa, se precipitó al comedor a ver el belén, que su padre ya había terminado.
- ¡Oh!- exclamó Laura al verlo.
Lo que le hizo lanzar ese grito fue el Niño Jesús. Allí, sobre el pesebre, papá no había puesto ninguna figurilla de Jesús. Lucía una foto de Pol con su sonrisa más radiante.
Aquel año, Laura disfrutó enseñando el belén a todos sus conocidos. Y aprendió, que Jesús no es una figurilla de barro, y que cada vez que daba un beso a su hermano Pol, se lo daba a Jesús...

3 comentarios:

  1. Que bona persona que ets, Joan Josep. I quina sort d'haver-te conegut a través dels mitjans que tenim a disposició...
    Ets consciència i tendresa, compassió i saviesa.
    De moment, bon any '13, i espero que el '14 t'ho pugui tornar a dir.
    Una abraçada,
    Olga

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  2. Espero que sí m'ho podrás tornar a dir. Ja veurás com l'any 13, malgrat els problemes que s'albiren, serà millor per a tots. Una abraçada: Joan Josep

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  3. Un preciós conte de Nadal, precisament perquè penso que de conte en té poc, és un compendi de tendresa, innocència i d'autèntic esperit nadalenc...llàstima que es concentri tot en aquestes dates, tot l'any ens n'hauríem de fer ressò!

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