lunes, 25 de mayo de 2015

¿SE PUEDE TRANSMITIR LA FE?


El Evangelio de ayer nos presentaba a Jesús dando el Espíritu Santo a sus discípulos para que anunciaran por todo el mundo la Buena Nueva. Y con ellos a todos sus seguidores.
La sociedad actual presenta muchos interrogantes en la posibilidad de transmitir la Fe.  La primera pregunta es qué entendemos por transmitir la Fe. Si la Fe es un don, una gracia, ¿podemos transmitirla nosotros? Evidentemente no. Pero, aunque la Fe sea un don, cada persona ha de aceptarla y ha de cuidarla. Cuando hablamos de transmitir la Fe, estamos hablando de crear las condiciones, el clima, para que los demás puedan recibir y aceptar ese don. Y es aquí donde aparece el problema. ¿Podemos en nuestra sociedad crear ese clima? En nuestra sociedad occidental, a diferencia de otras, como la africana que conozco bien, quien transmitía la Fe eran los padres. Hoy no siempre es así. Se bautiza a los hijos por rutina, por no hacer enfadar a los abuelos, pero después se abandona espiritualmente a los hijos. Quizá harán la Primera Comunión, que suele ser la última, porque los padres no iban a misa antes y siguen sin ir después. Si alguien sigue intentando transmitir la Fe, y no siempre les dejan, son los abuelos. Si los hijos van a una escuela religiosa, el ambiente que después encuentran en la familia no refuerza precisamente su Fe. Y a la parroquia sólo van aquellos cuyos padres son practicantes.
En el Evangelio de San Juan que leíamos ayer, vemos que, tras recibir al Espíritu, todos los presentes, de nacionalidades muy dispares, les entendían perfectamente. Y es que el lenguaje del Espíritu es el lenguaje del Amor, de la Solidaridad, de la Entrega, de la Sabiduría...Y este es un lenguaje universal.
Esa es la verdadera forma de transmitir la Fe, que desgraciadamente no siempre ha sido así. Una Iglesia rica, alineada con los poderosos. Una Iglesia que se calla ante la pederastia...no puede transmitir la Fe. Me duele cuando amigos míos critican la religión en estos medios, pero los comprendo. No se puede creer en quien predica una cosa y hace otra.
La única forma de transmitir la Fe es con el ejemplo. Hablando el lenguaje del Espíritu. El lenguaje del Amor, de la Solidaridad, de la Entrega...Y muchos cristianos hablan ese idioma, que es el único que conduce al Evangelio y a la Fe. Hay medios que silencian a esos cristianos que realmente hablan el idioma del Espíritu y predican la Buena nueva con su ejemplo. Gente que no hace ruido, pero actúa.
Necesitamos comunidades que vivan el Evangelio, que vivan hablando el lenguaje del Espíritu. Necesitamos que nuestras jerarquías hablen el lenguaje del Espíritu. Pueden trabajar muchos cristianos con los marginados, con los pobres del Tercer Mundo. Lo que saldrá en los medios, es el ático de un cardenal o los casos de pederastia. Y eso destruye el ejemplo de los verdaderos discípulos, que están anunciando la Buena Nueva con su vida. 

1 comentario:

  1. Hola Joan Josep: Es que los buenos ejemplos como noticia no venden y no interesan.
    Y buscan y rebuscan lo malo sin pensar que la Iglesia está formada por humanos y como tal hay de todo en la viña del Señor.
    Una abraçada, Montserrat

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