sábado, 27 de abril de 2019

ANUNCIAR LA BUENA NOTICIA


"Jesús, después de resucitado, al amanecer el primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había expulsado siete demonios. Ella fue y lo comunicó a los que habían andado con Jesús, que entonces estaban tristes y llorando. Al oirla decir que Jesús vivía y que ella le había visto, no la creyeron.
Después se apareció Jesús, bajo otra forma, a dos de ellos que caminaban dirigiéndose al campo. Estos fueron y lo comunicaron a los demás, pero tampoco a ellos les creyeron. 
Más tarde se apareció Jesús a los once discípulos, mientras estaban sentados a la mesa. Los reprendió por su falta de fe y su terquedad, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado. Y les dijo:
- Id por todo el mundo y anunciad a todos la buena noticia."
Para creer en Jesús debemos "encontrarnos" con Él. Entonces el efecto es inmediato. Vamos por todo el mundo anunciando la Buena Nueva. Encontrarnos con Jesús es saber verlo en los pobres, en los perseguidos, en los enfermos, en los inmigrantes...Esto no nos dejará indiferentes. Nos hará actuar. La Fe se muestra con acciones, con la vida, no con palabras.
"El texto de Marcos que leemos hoy muestra que, tras la muerte de Jesús, no hubo ningún tipo de apariciones o visiones “extáticas”. La comunidad discipular llegó a su fe pascual a través de la experiencia. Los acontecimientos que experimentaron no tuvieron nada de extraordinario en sí mismos. En medio de la aflicción descubrieron un nuevo sentido en la muerte del Maestro, pasando de la incredulidad y la ofuscación, al reconociendo en su corazón de la cercanía de Jesús. Por eso, creer en El, tiene que ser para la comunidad eclesial hoy, un acontecimiento que desvele lo que ella es y lo que es capaz de dar de sí, precisamente porque cree, vive y encarna al Resucitado. Creer en él significa comprometerse como comunidad, en unidad diversa y plural, a empujar cotidianamente el acontecer de la Buena Nueva del reino en las entrañas de la humanidad y de los sujetos y contextos socioculturales que la conforman. ¿Vivimos y celebramos el acontecimiento de la resurrección como don y tarea compartida con otros?" (Koinonía) 


1 comentario:

  1. "Jesús, después de resucitado, al amanecer el primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había expulsado siete demonios. Ella fue y lo comunicó a los que habían andado con Jesús, que entonces estaban tristes y llorando. Al oirla decir que Jesús vivía y que ella le había visto, no la creyeron.
    Después se apareció Jesús, bajo otra forma, a dos de ellos que caminaban dirigiéndose al campo. Estos fueron y lo comunicaron a los demás, pero tampoco a ellos les creyeron.
    Más tarde se apareció Jesús a los once discípulos, mientras estaban sentados a la mesa. Los reprendió por su falta de fe y su terquedad, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado. Y les dijo:
    - Id por todo el mundo y anunciad a todos la buena noticia."
    Para creer en Jesús debemos "encontrarnos" con Él. Entonces el efecto es inmediato. Vamos por todo el mundo anunciando la Buena Nueva. Encontrarnos con Jesús es saber verlo en los pobres, en los perseguidos, en los enfermos, en los inmigrantes...Esto no nos dejará indiferentes. Nos hará actuar. La Fe se muestra con acciones, con la vida, no con palabras.
    "El texto de Marcos que leemos hoy muestra que, tras la muerte de Jesús, no hubo ningún tipo de apariciones o visiones “extáticas”. La comunidad discipular llegó a su fe pascual a través de la experiencia. Los acontecimientos que experimentaron no tuvieron nada de extraordinario en sí mismos. En medio de la aflicción descubrieron un nuevo sentido en la muerte del Maestro, pasando de la incredulidad y la ofuscación, al reconociendo en su corazón de la cercanía de Jesús. Por eso, creer en El, tiene que ser para la comunidad eclesial hoy, un acontecimiento que desvele lo que ella es y lo que es capaz de dar de sí, precisamente porque cree, vive y encarna al Resucitado. Creer en él significa comprometerse como comunidad, en unidad diversa y plural, a empujar cotidianamente el acontecer de la Buena Nueva del reino en las entrañas de la humanidad y de los sujetos y contextos socioculturales que la conforman. ¿Vivimos y celebramos el acontecimiento de la resurrección como don y tarea compartida con otros?" (Koinonía)

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