En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: "Yo me voy y me buscaréis, y moriréis por vuestro pecado. Donde yo voy no podéis venir vosotros." Y los judíos comentaban: "¿Será que va a suicidarse, y por eso dice: "Donde yo voy no podéis venir vosotros"?" Y él continuaba: "Vosotros sois de aquí abajo, yo soy de allá arriba: vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Con razón os he dicho que moriréis por vuestros pecados: pues, si no creéis que yo soy, moriréis por vuestros pecados."
Ellos le decían: "¿Quién eres tú?" Jesús les contestó: "Ante todo, eso mismo que os estoy diciendo. Podría decir y condenar muchas cosas en vosotros; pero el que me envió es veraz, y yo comunico al mundo lo que he aprendido de él." Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre. Y entonces dijo Jesús: "Cuando levantéis al Hijo del hombre, sabréis que yo soy, y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada." Cuando les exponía esto, muchos creyeron en él.
¿Dónde buscar a Jesús?¿Quién es Jesús? Cuando miramos a la Cruz encontramos la respuesta. Es aquél que entregó su vida por nosotros enviado por el Padre. Es aquél que vivió para amar a todo el mundo, para curar, para perdonar... Es a través de Él que conocemos al Padre.
"Jesús es consciente de que alcanzar sabiduría en la vida es difícil. Nosotros mismos experimentamos las consecuencias de nuestras malas decisiones y de no saber vivir. Pero lo que más le preocupa o indigna es que muchas personas se excusen en Dios para no hacerse responsables. Aquí es cuando sentencia: «Morirán por sus pecados» o por su inconciencia. No seguir un camino que nos asegura vida plena es sinónimo de terquedad o ceguera. Aferrarnos y depender de estímulos externos, creyendo que esto nos hace felices, es un autoengaño. Y la sociedad actual, con sus ofertas de una vida confortable, sin sufrimiento, amparados en la religión de la prosperidad, lo único que consigue es volvernos personas inmaduras y siempre insatisfechas. La vida de Jesús, como propuesta a seguir, está basada en un camino de madurez, pues a amar se aprende amando y siendo amados, a perdonar, perdonando y siendo perdonados. Sigamos el camino de la oblatividad de quien se sacrifica para dar vida." (Koinonía)
En la CREU està Jesús, mirant LA CREU trobem Jesús...Ell està a la creu, guarint i perdonant-nos, Estimant s'aprén a estimar , i perdonant s'aprén a perdonar. Gràcies a tots.
ResponderEliminar