viernes, 16 de octubre de 2009

CONJUGAR A DIOS EN FEMENINO...


Ayer fue la festividad de Santa Teresa de Jesús. Fra Lluís, monje de Poblet, en su blog ESCOLA DE SERVEI, puso esta homilia que creo nos da una imagen muy acertada de la santa, fuera de los tópicos que pretenden edulcorarnos los santos y hacerlos seres de postal (llamadas estampas). Os traduzco este texto, que espero os guste.

"Dicen que, antes de morir, santa Teresa exclamó: "Al final, muero hija de la Iglesia". Una frase que resume una trayectoria, un ideal, el deseo de toda una vida. No le fue fácil morir hija de la Iglesia, una Iglesia que se estaba lamiendo las heridas producidas por la Reforma luterana, replegada en sí misma, a la defensiva, irritada y asustada a la vez. Y, sin embargo, encontró su camino en la Iglesia: el camino de la libertad interior.

Es significativo que, tras tantos años de vida en una comunidad numerosa, Teresa escoja, para la reforma del Carmelo, la formación de pequeñas comunidades con un número limitado de miembros. Se dió cuenta que, sin una experiencia seria y profunda de vida comunitaria, no es posible acceder a una auténtica amistad con Cristo. Posiblemente este, el de la vida fraterna, fundamentada en el compartir sencillo y gozoso, es uno de los valores importantes que debe aprender hoy la Iglesia de la doctora de Ávila. Para ser levadura transformadora de la vida y de la sociedad es imprescindible la comunidad. La forma que tiene la Iglesia de entrar, de esconderse en el corazón de la sociedad, es creando comunidades, pequeñas comunidades. Tampoco el itinerario de la oración interior de Teresa de Jesús, no puede entenderse desarraigado de este humus comunitario.

Teresa, doctora de la Iglesia, hace una relectura en clave femenina de la experiencia religiosa, en una sociedad i en una institución dominada, dirigida por hombres. Es por esto que encuentra en la humanidad de Cristo, redescubierta por la teología cisterciense y asumida plenamente por la corriente de la devotio moderna, su camino, el camino del acceso al misterio de la intimidad divina: en la belleza "del más bello de todos los hombres", Cristo, desde su sensibilidad y afectividad de mujer, aprende a mirarse en los ojos de la ternura divina. Por eso, además de maestra de vida fraterna, Teresa es maestra de vida interior, maestra de los caminos del alma, teóloga y psicóloga, si queréis, de la más genuina amistad espiritual, en su doble vertiente, amistad con Cristo, amistad con los otros.

Que santa Teresa ayude a la Iglesia, hoy, a redescubrir el rostro de la belleza, la belleza de Cristo, de su humanidad, que es espejo y puerta de la Belleza con mayúsculas. Que su ejemplo, y su inteligencia animen a las mujeres de hoy en la Iglesia a encontrar su camino y a vivirlo hasta el final. Y que a los hombres, que siguen llevando las riendas, les ayude a descubrir que Dios, al que llamamos Padre en clave masculina, también se puede conjugar, y se ha de conjugar en femenino. Amén"

5 comentarios:

  1. Dios es femenino y masculino. Es completo en sí mismo.

    Un Abrazo grande, Joan.
    Hari

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  2. LO HE DICHO TRES VECES ...Y CON ESTA , CUATRO ¡¡¡ OLVIDADIZO ¡¡ son cuatro los nietos X cuatro comunicados.. jajajajajaja
    Oye y ...¿ Quién dijo que Dios no fuese mujer?.... yo soy una convencida de ello.
    Un pedacito de beso con nubes ( es lo que hay)

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  3. Me uno a las plabras de Hari.
    Recibe muchos saludos berlineses.

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  4. Tardé en irla conociendo a pesar de ser la patrona de mi colegio, como comentaba ayer al recordarla, porque como pasaba antes tanto, nunca nos la hicieron cercana sino más bien por encima de todo y de tod@s, vamos donde tú tenias claro que no ibas a llegar nunca
    Subió muy alto, es cierto, pero su vida no fue nada fácil y desde luego que puede serir de ejemplo sobre todo en los caminos de la oración, me ha gustado la homilia de Fray Lluis

    Un abrazo y feliz tarde
    Soqui

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  5. El amor de Dios unifica los géneros y las personas,como dice Hari es completo en sí mismo.En Él existimos nos movemos y somos.Y fuera de Él todo es confuso,vanidad de vanidades.
    Abrazos.

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