domingo, 14 de marzo de 2010

LA IMPORTANCIA DE SER HIJOS...


El evangelio de hoy es conocido por todos. Se trata de la parábola que antes solía conocerse como la del Hijo Pródigo y que últimamente gusta más de ser llamada como la Parábola del Padre Bueno.

Es uno de los textos más comentados de la escritura. Hoy quiero fijarme en un aspecto, de los muchos que tiene este texto: la importancia de ser hijos.

Acostumbrados a clasificarlo todo colocamos al hijo pródigo en el equipo de los "malos oficiales" y al hijo mayor en el equipo de los "buenos oficiales", para después señalar que resulta ser al revés. El bueno es el hijo pródigo y el malo el hijo mayor por creerse bueno. Y no nos paramos aquí. También nos colocamos y colocamos a los demás en uno u otro bando.

Creo que lo importante está en que para el Padre, ambos, son hijos. Y el verdadero pecado de los hijos es no reconocerse como tales.

Naturalmente que el pródigo ha hecho mal dedicándose a la buena vida y dilapidando la fortuna. Pero lo peor es que vuelve a casa, no como hijo, sino esperando que lo acepten como siervo para poder comer.

Y el pecado del mayor no está tanto en el enfado porque a él no se le reconoce lo que hace y en cambio reciban a son de trompetas al calavera de su hermano, cosa hasta cierto punto lógica. El pecado es que no se ha dado cuenta de que es hijo. De que todo lo de su padre también es suyo. De que el mayor gozo suyo es el haber vivido siempre junto al padre. Y acaba rematándolo no considerando hermano al pródigo. Por eso le dice al padre:"cuando ha venido este hijo tuyo..." Lo que exige la respuesta del padre: "porque este hermano tuyo..."

En realidad todos somos algo pródigos y algo hijos mayores. Todos conocemos nuestros fallos y errores. Todos sabemos en qué vamos dilapidando la fortuna que nos ha dado el Padre. Pero los creyentes nos hemos quedado en casa. Todos vivimos con el Padre...pero parece que lo hemos olvidado y no le damos importancia. Creemos que valemos porque trabajamos mucho, hacemos mucho apostolado, cumplimos y somos fieles...Y valemos, porque somos Hijos. De la misma manera que Dios perdona nuestra parte de pródigos, porque somos Hijos.

Lo peor es que esto nos hace quedarnos fuera de la fiesta: La Cena que instituyó el Señor antes de su muerte. Unos, porque preferimos nuestras juergas. Otros, porque la hemos convertido en una ceremonia y hemos olvidado el objetivo central: SER HERMANOS, PORQUE CELEBRAMOS LA CENA COMO HIJOS, HACIÉNDONOS UNO, JUNTO AL HIJO QUE DIÓ SU VIDA POR TODOS LOS HOMBRES.

5 comentarios:

  1. "Es Padre de todos" y todos somos sus hijos.

    Y ¿por qué razón en muchas ocasiones decidimos nosotros quién es hijo y quién no?..

    Un Abrazo Joan. Y sí, hoy dormí como las marmotas :-D

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  2. Ya hemos comentado , en otro momento, este evangelio. Joan , soy mal pensada; el mayor no piensa en el cariño de su padre , sabe que lo tiene . Me temo que solo le mueve la avaricia de la herencia.... todo , lo que queda , es de él. ( tiene más razón que un santo) Y , si, es dificil ser hijo y recordar que nada es nuestro , es del padre que hizo el esfuerzo de ganarlo y guardarlo. Cuando pienso en ello, me llevan los demonios ¡¡¡¡ jajajajaj Todo es mio y no consiento que me maten para repartirlo. No le hubiese dado nada al que queria irse ¡¡¡ era un cara ¡¡ jajajaj
    Te voy a echar la bronca , ¿ te diste cuenta de como me has dejado el patio?
    Un beso, a pesar de todo. Mi boca sonríe.
    gloria

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  3. No te preocupes Gloria. A partir de hoy os voy a dejar vuestros espacios inmaculados.

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  4. Hoy he comido en casa de un gran amigo con sus chicos y algunos amigos más y en un pequeño rato de charla después, ha salido, como no, "la parábola"..... no tengo que decirte lo que piensa ¿verdad? parecía que os habían puesto un papel de calco, calcaitos calcaítos jajajajaja, se lo comentaba y se reía, pero lo que yo le decía, también le ha resultado calcaíto calcaíto a lo que opinan personas muy cercanas a él....

    Es verdad que es importante pensar que para el Padre todos somos hij@s, celebremos esa Cena haciéndonos Uno junto al Hijo

    Todo lo demás duele mucho, seguro, pero en el fondo tiene poca importancia, aunque a veces cueste mucho superarlo en el día a día

    Hoy te mando un beso con un abrazo muy muy especial

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  5. En esta parábola veo reflejada una realidad latente: la envidia que se tienen los hermanos entre sí, a veces domada, otras en su estado más puro. Esta envidia se hace patente en los detalles más simples, como sin querer. Por ejemplo: tengo una hija que vive cerca de mi casa, con la que nos vemos asíduamente, y un hijo muy lejos que solo vemos una o dos veces al año. Cuando viene, por Navidad generalmente, nuestro corazón es una fiesta. Su hermana, sin embargo, lejos de alegrarse hierve en celos mal disimulados. En mi caso, los dos son buenos hijos y no hay herencias por en medio, pero el fondo de la cuestión, la envidia, los celos, la rivalidad por el amor son los mismos.
    Las Escrituras, pues, són como la vida misma, y difícilmente el hombre (y la mujer)dejarán de comportarse como lo que són: unos seres tremendamentes imperfectos.
    Pero estamos ahí, para intentarlo de nuevo cada día.
    Una forta abraçada, ja sense neu!

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