miércoles, 5 de mayo de 2010

EL ANACORETA Y EL TEMPLO


Al pasar frente a una iglesia y ver que estaba cerrada, el joven que sigue al Anacoreta de lamentaba:
- ¿Dónde irá a rezar la gente si casi siempre las iglesias están cerradas?
El anciano miró al joven y le dijo:
- Te contaré un cuento de Rabindranath Tagore.
Y sentándose en un banco de la calle, empezó a narrar:
"- Dijo al Rey un siervo:
Señor, el santo Narottam nunca se digna venir a tu templo real. Si fueras a la arboleda del camino, verías la gente atropellarse para oírle cantar las alabanzas de Dios, como enjambres de abejas alrededor de un loto blanco. ¡Y el templo, en tanto, está vacío; sin servicio el dorado tarro de miel!
El rey, mortificado en su corazón, se fue al campo donde Narottam oraba sentado en la hierba, y le dijo:
Padre. ¿por qué te sientas en el polvo del campo para predicar el amor de Dios, y no vas al templo de la cúpula de oro?
Porque Dios no está en tu templo, respondió Narottam.
El Rey, ceñudo, dijo:
¿No sabes que se gastaron veinte millones de oro en levantar la maravilla y que fue consagrado con los más costosos ritos?
Sí, contestó Narottam, lo sé. Fue en aquel año en el que el fuego devastó el pueblo, y millares de pobres vinieron en vano a pedir a tu puerta. Decía Dios:
¡Miserable ser que no puede dar casa a sus hermanos, y quiere levantar la mía! Y se fue con los desvalidos, bajo los árboles del camino. Esa pompa de oro que tú dices, no tiene dentro más que el vaho caliente de tu orgullo.
Lleno de ira, el Rey gritó:
¡Vete de mi reino!
El santo le respondió tranquilo:
Sí, me destierras a donde desterrastes a mi Dios."
Guardo el Anacoreta un rato de silencio y luego concluyó:
- A partir de Jesús todo es sagrado y todo es profano a la vez. El templo es el lugar donde nos reunimos para compartir la Fe. Pero no es el único lugar donde podemos encontrar a Dios ni el único lugar donde podemos orar. El principal templo es el Hombre. Dios quiere estar en el centro de la vida. Me temo que a Dios no le gustan demasiado los espacios cerrados...

5 comentarios:

  1. Em sembla que en som una colla, els qui ens apropem més a Déu fora de les esglésies que no pas a dintre. Però potser el més important no és el lloc on ho aconseguim, sinó el fet d'aconseguir-ho. Estem envoltats de persones en qui poder veure reflectit aquest Déu, i tenim muntanyes i paisatges meravellosos per quan hi volem tenir una trobada especial de Tu a tu...
    A allò que jo podria dir-ne Déu tampoc no li agraden, els espais tancats. Potser per això, des de diumenge, les cendres d'un ésser estimat reposen a dalt del Pedraforca, molt a prop del cel.
    Una forta abraçada, ja amb una miqueta de sol.

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  2. Disculpad mi ausencia, ahunque se que con el veneplacito del anacoreta, entramos y salimos ha placer de este bloc.
    El unico espació cerrado que quiere estar Dios, es el de nuestro corazón, pues tambien es su creación.
    Els qui estimem la muntanya el vai-hem,per ha tot arreu,si es que pensem amb ell una abraçada

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  3. El comentarió anterior es mio disculpadme, esta aprendiendo una de mis hijas, y me lo ha enrredado todo

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  4. Parece que nos empeñamos en no querer darnos cuenta de que Le podemos encontrar en cualquier sitio, en todo nuestro entorno y por supuesto y sobre todo, en nuestro interior
    Todo lo que nos cuentan de Jesús, toda su vida pública transcurre en la calle, yendo de un sitio para otro y cuando se retiraba a orar, siempre buscaba la soledad, que no le vieran y su lugar preferido parece que era la montaña....

    Un abrazo

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  5. "...Es que Dios tiene claustrofobia y alergia a los metales preciosos,afortunadamente"
    Besucos y bien¡¡¡

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