jueves, 14 de febrero de 2013

EN LA NOCHE, DIOS...


Buscamos a Dios, pero Él guarda silencio. Dios y noche están unidos en los místicos: la noche oscura del alma...Cuaresma es un camino de búsqueda. Un camino de de desierto y de noche. Ignacio Larrañaga tiene un texto precioso que os dejo aquí:
"Me dijeron que alcanzara una estrella con la mano. Comencé por subir a los tejados, para alcanzarla. Continué escalando montañas. Me empiné sobre las crestas de las cordilleras, allá donde no llegan los cóndores. ¿Y la estrella? Cada vez más lejos de mi mano. Eso soy: simplemente un impulso, llama desprendida del leño, eterno peregrino que siempre busca y nunca encuentra. ¿Cuándo habrá para mí un planeta o una patria donde descansar y dormir? Te aclamo y reclamo. Te afirmo y confirmo. Te exijo y necesito. Te anhelo y conjuro. Te añoro y ansío. Mis alas están ya fatigadas de tanto volar. En este atardecer de oro, ahora que se apagaron los fuegos del día y la serenidad inunda la tierra, suba hasta ti mi humilde súplica: Tú que sostienes los mundos en tus manos, calma y colma todas mis expectativas. Tengo sueño. Quiero dormir."
Y en la noche...encontraremos a Dios.

4 comentarios:

  1. Hay textos que conmueven y éste es uno de ellos. Como dice S. Agustín: "Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto, hasta que descanse en ti".
    Un abrazo.
    Pablo.

    ResponderEliminar
  2. Cuántas veces nos pasa eso de querer algo que parece que lo tenemos al alcance de la mano y cuando ya crees que te estás acercando la distancia es cada vez mayor, en esos casos es realmente difícil seguir adelante sin dejarse vencer por el cansancio...

    Un abrazo y felices sueños

    ResponderEliminar
  3. Me encanta el padre Larrañaga, el texto es precioso.
    Estamos en búsqueda constante, insatisfech@s, y no caemos en la cuenta de que sólo debemos parar, escuchar y abrirnos al interior. Un abrazo

    ResponderEliminar