martes, 16 de junio de 2015

AMOR TOTAL


En el evangelio de ayer Jesús nos pedía devolver bien por mal. Ya era difícil, pero lo es más lo que nos pide hoy: que amemos a nuestros enemigos. Es decir, que debemos amar a todo el mundo. Ciertamente es difícil, diríamos que imposible. Pero si lo reflexionamos, qué diferente sería nuestro mundo tan sólo con intentarlo. Sin embargo nos gustan las barreras. Estos días hemos oídos: "Pactaré con todos menos con esos...". Y todos conocemos personas con las que no queremos tener ninguna relación. Todos tenemos defectos, pero, un mismo defecto, lo juzgamos de manera muy distinta si lo tiene alguien a quien amamos, alguien que nos es indiferente o alguien a quien odiamos. El amor une. La enemistad separa. Sólo el hecho de intentar amar a alguien nos acerca a él y hace que lo veamos de forma muy distinta.
Mientras no intentemos amar a todos, el mundo seguirá lleno de violencia, separaciones e injusticias.  

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