jueves, 27 de diciembre de 2018

VIÓ Y CREYÓ


"Corrió entonces a donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, aquel a quien Jesús quería mucho, y les dijo:
– ¡Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto! 
Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Los dos iban corriendo juntos, pero el otro corrió más que Pedro y llegó primero al sepulcro. Se agachó a mirar y vio allí las vendas, pero no entró. Detrás de él llegó Simón Pedro, que entró en el sepulcro. Él también vio allí las vendas,  y vio además que la tela que había servido para envolver la cabeza de Jesús no estaba junto a las vendas, sino enrollada y puesta aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio lo que había pasado y creyó."



Tras el primer mártir, celebramos hoy San Juan Evangelista. Su evangelio es el más profundo, el más teológico. No intenta tanto ser biográfico, como transmitirnos en profundidad el mensaje de Jesús. Pudo hacerlo, porque como acaba el texto de hoy, vió y creyó. Él, el discípulo amado. El que recostó su cabeza en el pecho de Jesús la Última Cena.
"La tradición dice que Juan era el discípulo amado del Señor y probablemente el autor del cuarto evangelio, las tres cartas y el Apocalipsis. Los especialistas en Sagrada Escritura cuentan que probablemente los autores de los escritos joánicos fueron varios. Eso sí, surgieron de las comunidades evangelizadas por el discípulo Juan o alguno de sus seguidores. A nosotros nos interesa el mensaje que ha llegado hasta hoy. Juan se caracteriza por su profundidad espiritual. Sus escritos no son anecdóticos, ni biográficos. Lo que pretende es ayudarnos a descubrir la profundidad y densidad del mensaje de Jesús. Sus temas preferidos son la Palabra, la vida, la luz, la verdad, la unidad, la comunión trinitaria y el testimonio del Resucitado. El primer versículo de la primera Carta de Juan es muy ilustrativo al respecto. Habla de la fuerte y honda experiencia vivida por los seguidores de Jesús. Experiencia que transformó sus vidas y les convirtió en testigos idóneos del Resucitado. Llama poderosamente la atención que la primera testigo haya sido una mujer: la Magdalena. ¿Cómo vives tu experiencia del Resucitado en tu vida cotidiana?" (Koinonía) 



1 comentario:

  1. "Llavors va entrar també l'altre deixeble, que havia arribat primer al sepulcre, i va veure el que havia passat i va creure. "Crec Senyor, però augmenta la meva fe.

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