sábado, 2 de marzo de 2019

DEJAD QUE VENGAN A MI


"Llevaron unos niños a Jesús, para que los tocara; pero los discípulos reprendían a quienes los llevaban. Jesús, viendo esto, se enojó y les dijo:
– Dejad que los niños vengan a mí y no se lo impidáis, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. Os aseguro que el que no acepta el reino de Dios como un niño, no entrará en él. 
Tomó en sus brazos a los niños y los bendijo poniendo las manos sobre ellos."

 Aquí tenemos otra vez un elogio a la sencillez. Jesús nos marca el camino, que no es otro, que la de acoger a los despreciados, marginados, ninguneados. Es de ellos el Reino de Dios. Y nosotros, con nuestra conducta, podemos impedir que se acerquen al Señor. 
"El reino de Dios es para los pequeños y sencillos. En esta clave se debe entender el relato, en el cual la gente llevaba a los niños para que Jesús los tocase. Sin embargo, Jesús se enoja con sus discípulos al ver cómo éstos reprendían y rechazaban a los niños. De esta manera, los niños son colocados en el centro del relato, pues de ellos es el Reino de Dios, que llega a través de Jesús y su actitud frente a los más débiles y despreciados. Esos niños son precisamente el símbolo de la exclusión y la marginalidad en la época de Jesús. Con el Reino se aceptan a las personas sin considerar su raza, religión, sexo o estatus social. El Reino abre nuevos horizontes para las relaciones humanas, un Reino que invita a abrir las puertas del corazón a los otros sin condiciones ni fronteras. Como cristianos, ¿hacemos posible el evangelio siendo signo de vida para los más débiles y marginados de nuestra sociedad?" (Koinonía)  

1 comentario:

  1. Deixeu que els nens vinguin a mi i no els ho impediu, perquè el Regne de Déu és dels qui són com ells. Us ho asseguro: qui no aculli el Regne de Déu com un nen, no hi entrarà pas.
    Va prendre en els seus braços als nens i els va beneir posant les mans sobre ells. "Pare Nostre, Si

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