lunes, 4 de marzo de 2019

¿SOMOS RICOS?





"Cuando Jesús iba a seguir su viaje, llegó un hombre corriendo, se puso de rodillas delante de él y le preguntó:
– Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna? 
Jesús le contestó:
– ¿Por qué me llamas bueno? Bueno solamente hay uno: Dios. Ya sabes los mandamientos: ‘No mates, no cometas adulterio, no robes, no mientas en perjuicio de nadie ni engañes, y honra a tu padre y a tu madre.’ 
El hombre le dijo:
– Maestro, todo eso lo he cumplido desde joven.
Jesús le miró con afecto y le contestó:
– Una cosa te falta: ve, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riquezas en el cielo. Luego, ven y sígueme.
El hombre se afligió al oir esto; se fue triste, porque era muy rico.
Jesús entonces miró alrededor y dijo a sus discípulos:
– ¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios! 
Estas palabras dejaron asombrados a los discípulos, pero Jesús volvió a decirles:
– Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios! Le es más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.
Al oirlo, se asombraron aún más, y se preguntaban unos a otros:
– ¿Y quién podrá salvarse?
Jesús los miró y les contestó:
– Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para él no hay nada imposible."

Rico no es sólo aquel que tiene mucho dinero. Es rico el que sólo piensa en él. El que desprecia a los demás. El que lucha para tener más que los otros. El que es incapaz de desprenderse de sus cosas para atender a los demás. Ese no puede entrar en el Reino. ¿Somos ricos?
"Para entrar al reino de Dios sólo es necesaria una sola cosa: seguir a Jesús. En el relato del evangelio de Marcos hoy se encuentra un joven rico quien decide abordar a Jesús por el camino y preguntarle sobre la vida eterna. En la perspectiva judía este muchacho es un hombre correcto que cumple con los mandamientos; una persona observante. Sin embargo, para Jesús no basta con cumplir, no basta con seguir al pie de la letra instrucciones sin más, la vida eterna no se consigue siguiendo alguna receta secreta: siempre es necesario algo más. El reino de Dios es siempre una exigencia, es todo o nada. La radicalidad de Jesús confronta nuestro estilo de vida e interpela la manera como le seguimos. El evangelio no es un escampadero ni mucho menos un tranquilizante para la conciencia, significa una pasión desmedida por aquello que Jesús lo entregó todo: el reino de la justicia. En sintonía con el evangelio ¿somos capaces de algo más? ¿somos capaces de salir de nosotros mismos para dejarlo todo por Jesús?" (Koinonía) 


1 comentario:

  1. El que és incapaç de desprendre de les seves coses per atendre els altres. Aquest no pot entrar al Regne. Som rics? Pare Nostre... ajuda'm a sortir cap a els de casa...

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