sábado, 8 de febrero de 2020

SIEMPRE DISPUESTOS


"Después de esto, los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Jesús les dijo:
– Venid, vosotros solos, a descansar un poco a un lugar apartado.
Porque iba y venía tanta gente que ellos ni siquiera tenían tiempo para comer. Así que Jesús y sus apóstoles se fueron en una barca a un lugar apartado. Pero muchos los vieron ir y los reconocieron; entonces, de todos los pueblos, corrieron allá y se les adelantaron. Al bajar Jesús de la barca vio la multitud, y sintió compasión de ellos porque estaban como ovejas que no tienen pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas." 


Jesús nos pide, que como Él, siempre estemos dispuestos a hacer el bien, a ayudar, a curar, a transmitir la Palabra. Nuestra sociedad sigue estando como ovejas sin pastor.
"Recuerdo a un hermano misionero que el domingo de resurrección decía: “el Señor resucitó hoy, pero yo sigo muerto”, para hacer referencia al agotamiento producido por todas las actividades de semana santa: confesiones, predicaciones, celebraciones, procesiones…uuufff… Considero que algo parecido le sucedía a Jesús y sus discípulos. Luego de largas y pesadas jornadas de predicación y combate contra el mal, se sentían agotados, querían descansar un poco, alejarse de la multitud y retirarse a un lugar solitario para recuperar fuerzas y continuar la faena. Pero la gente, cautivada por la palabra arrolladora de Jesús, no se cansaba de escucharlo y de experimentar la salud, el perdón, la compasión y la vida que salían de su boca y de sus manos. Por eso Jesús renuncia a su descanso porque primero está la gente. Qué bueno que los ministros, misioneros, consagrados y agentes de pastoral comprometidos, tuviéramos los mismos sentimientos y actitudes de Jesús, a pesar del cansancio y agotamiento tener siempre la disposición para atender y escuchar con agrado las necesidades y requerimientos de nuestra gente." (Koinonía)

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