jueves, 12 de noviembre de 2020

NO ME LLAMES EXTRANJERO...



No me llames extranjero: Necesito comunicarme.
Especialmente cuando el idioma nos separa.

No me llames extranjero: Necesito estar con vosotros.
Especialmente cuando la soledad me hiela el corazón.

No me llames extranjero: Necesito sentirme como en casa.
Especialmente cuando los míos están lejos de aquí.

No me llames extranjero: Necesito una familia.
Porque la mía quedó atrás para poder trabajar por vosotros.

No me llames extranjero: La tierra que pisamos es la misma.
Pero la mía no es la "tierra prometida".

No me llames extranjero: El color de mi pasaporte es diferente.
Pero el color de nuestra sangre es el mismo.

No me llames extranjero: El idioma que hablo suena distinto.
Pero los sentimientos que expresa son los mismos.

No me llames extranjero: Trabajo y lucho en vuestra tierra.
Y el esfuerzo de nuestro pueblo es el mismo.

No me llames extranjero: Las fronteras, no las hemos hecho nosotros.
Y la separación que resulta es la misma.

No me llames extranjero: Sólo soy un amigo.
Pero vosotros aún no me conocéis.

No me llames extranjero: Reivindicamos justicia y paz de forma diferente.
Pero nuestro Dios es el mismo.

No me llames extranjero: Sí, soy un inmigrante.
Pero nuestro Dios es el mismo.

("Word Mission Magazine" Combonianos, Filipinas)

  

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