jueves, 21 de diciembre de 2017

LA ALEGRÍA DE TENER A JESÚS


"Por aquellos días, María se dirigió de prisa a un pueblo de la región montañosa de Judea, y entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura se movió en su vientre, y ella quedó llena del Espíritu Santo. Entonces, con voz muy fuerte, dijo Isabel:
– ¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo! ¿Quién soy yo para que venga a visitarme la madre de mi Señor? Tan pronto como he oído tu saludo, mi hijo se ha movido de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho!"

María lo deja todo y marcha con presteza a Ain Karim, un pueblo de las montañas de Judá, para asistir a su prima Isabel, que, a su edad avanzada está embarazada. María lleva ya a Jesús en su seno y es ejemplo de lo que nos puede ocurrir a nosotros si lo llevamos en nuestro corazón:
. Salimos rápidamente en servicio a los demás.
. Comunicamos nuestra alegría a los otros.
Para que Jesús habite en nuestro corazón debemos creer, dejar que se cumpla su voluntad. El lema de La Salle de este curso es: Tu alegría, la mía. María, porque tiene la alegría de llevar a Jesús en su seno, comunica la alegría a Isabel. Si Jesús reina en nuestro corazón, a pesar de las dificultades, la alegría estará con nosotros. 



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