sábado, 23 de diciembre de 2017

SE LLAMARÁ JUAN


"Al cumplirse el tiempo en que Isabel había de dar a luz, tuvo un hijo. Sus vecinos y parientes fueron a felicitarla cuando supieron que el Señor había sido tan bueno con ella. A los ocho días llevaron a circuncidar al niño, y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías. Pero la madre dijo:
– No. Tiene que llamarse Juan.
Le contestaron:
– No hay nadie en tu familia con ese nombre.
Entonces preguntaron por señas al padre del niño, para saber qué nombre quería ponerle. El padre pidió una tabla para escribir, y escribió: “Su nombre es Juan.” Y todos se quedaron admirados. En aquel mismo momento, Zacarías recobró el habla y comenzó a alabar a Dios. Todos los vecinos estaban asombrados, y en toda la región montañosa de Judea se contaba lo sucedido. Cuantos lo oían se preguntaban a sí mismos:
- ¿Qué llegará a ser este niño? 
Porque ciertamente el Señor mostraba su poder en favor de él."

Nos encontramos ante el nacimiento de Juan Bautista, el mensajero que ha de preparar el camino a Jesús, según la profecía de Malaquías que hemos leído en la primer lectura. Todos se extrañan del nombre, ya que nadie se llama así en la familia. Juan significa: Dios es misericordioso.
Vemos a Zacarías recobrar el habla. Al dudar, había quedado mudo. Ahora obedece al ángel aceptando el nombre de Juan. Aceptar lo que Dios quiere de nosotros, es la única forma de poder hablar de Él, de poderlo comunicar.
Juan anunciará a Jesús. Un Jesús que nos dará la verdadera imagen de su Padre: la misericordia. Y lo hará con su Palabra y con su vida. Por eso Jesús se dedicará a curar, a defender, a buscar a la oveja perdida. Todo Dios que no es misericordia, no es Dios. 


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