jueves, 22 de marzo de 2018

GUARDAR SU PALABRA


"Os aseguro que quien hace caso a mi palabra no morirá.
Los judíos le dijeron:
– Ahora estamos seguros de que tienes un demonio. Abraham y todos los profetas murieron, y tú dices: ‘Quien hace caso a mi palabra no morirá.’ ¿Acaso eres tú más que nuestro padre Abraham? Él murió, y murieron también los profetas. ¿Quién te has creído que eres? 
Jesús contestó:
– Si yo me honrase a mí mismo, mi honra no valdría nada. Pero el que me honra es mi Padre, el mismo que decís que es vuestro Dios. Pero vosotros no le conocéis. Yo sí le conozco, y si dijera que no le conozco sería tan mentiroso como vosotros. Pero, ciertamente, le conozco y hago caso a su palabra. Abraham, vuestro antepasado, se alegró porque iba a ver mi día: y lo vio, y se llenó de gozo. 
Los judíos preguntaron a Jesús:
– Si todavía no tienes cincuenta años, ¿cómo dices que has visto a Abraham? 
Jesús les contestó:
– Os aseguro que yo existo desde antes que existiera Abraham. 
Entonces ellos cogieron piedras para arrojárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo."

Los judíos no entendían nada. Para ellos la religión eran conceptos. Para Jesús es la Palabra. La Fe no es creer doctrinas ni tan siquiera una moral. La Fe es creer en Jesús, creer en su Palabra. Una Palabra que es vida, porque nos muestra al Padre.
Ser su discípulo es conocer y meditar su Palabra. Esto es lo que da la vida a nuestro actuar.
Estos días de Cuaresma y sobre todo, los tiempos fuertes de Semana Santa, son buenos momentos para que meditemos y profundicemos su Palabra. Y sobre todo para que la pongamos en práctica.  




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