sábado, 9 de marzo de 2019

JUNTO A LOS "ENFERMOS"


"Después de esto, Jesús salió y se fijó en uno de los que cobraban impuestos para Roma. Se llamaba Leví y estaba sentado en el lugar donde cobraba los impuestos. Jesús le dijo:
– Sígueme.
Entonces Leví se levantó, y dejándolo todo siguió a Jesús.
Más tarde, Leví hizo en su casa una gran fiesta en honor de Jesús; y muchos de los que cobraban impuestos para Roma, junto con otras personas, estaban sentados con ellos a la mesa. Pero los fariseos y los maestros de la ley pertenecientes a este partido comenzaron a criticar a los discípulos de Jesús. Les decían:
– ¿Por qué coméis y bebéis con los cobradores de impuestos y los pecadores? 
Jesús les contestó:
– Los que gozan de buena salud no necesitan médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan a Dios." 

Jesús nos señala que debemos vivir en la frontera. Es junto a los "enfermos" que debemos estar. La Iglesia no puede ser un gueto de perfectos. Jesús nos prefiere manchados del barro de la vida porque nos entregamos, que no puros con la limpieza hipócrita del que vive sólo para sí mismo.
"La propuesta de Jesús de Nazaret, que responde a la lógica y a los criterios de misericordia del Padre Dios, va en contravía a las lógicas y criterios de la religión y de la sociedad. Jesús se alinea al querer de Dios. Él responde a las exigencias propias de la misericordia infinita del Padre que ama todo aquello que se ha perdido y escoge lo que para el mundo, la sociedad y la religión no cuentan. La Iglesia está llamada a ir en busca de los que no han experimentado el amor de Dios en sus vidas. Más que nunca cada cristiano está llamado a ir en busca de los que para los esquemas de la religión no cuentan. El seguidor de Jesús está invitado a manifestar al mundo el amor de Dios que no conoce fronteras, ni límites. Como Jesús hemos de salir al encuentro de los hermanos pobres, humildes y aquellos que se encuentran heridos por el pecado. Manifestemos, con actitudes concretas de acogida y de bondad, la misericordia infinita de Dios que Jesús de Nazaret enseñó a la Iglesia." (Koinonía) 


1 comentario:

  1. El seguidor de Jesús está invitado a manifestar al mundo el amor de Dios que no conoce fronteras, ni límites. Como Jesús hemos de salir al encuentro de los hermanos pobres, humildes y aquellos que se encuentran heridos por el pecado. Pare Nostre i Mare Nostra

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