jueves, 7 de noviembre de 2024

DIOS NOS BUSCA Y ACOGE

 


Todos los que cobraban impuestos para Roma, y otras gentes de mala fama, se acercaban a escuchar a Jesús. Y los fariseos y maestros de la ley le criticaban diciendo:
– Este recibe a los pecadores y come con ellos.
Entonces Jesús les contó esta parábola: ¿Quién de vosotros, si tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las otras noventa y nueve en el campo y va en busca de la oveja perdida, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra la pone contento sobre sus hombros, y al llegar a casa junta a sus amigos y vecinos y les dice: ‘¡Felicitadme, porque ya he encontrado la oveja que se me había perdido!’ Os digo que hay también más alegría en el cielo por un pecador que se convierte, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse .
O bien, ¿qué mujer que tiene diez monedas y pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra reúne a sus amigas y vecinas y les dice: ‘¡Felicitadme, porque ya he encontrado la moneda que había perdido!’ Os digo que así también hay alegría entre los ángeles de Dios por un pecador que se convierte.

Criticaban a Jesús porque se reunía y comía con pecadores. Él le dice que son los que más le necesitan. Además los fariseos y maestros de la ley consideraban pecadores a los otros en vez de mirarse a si mismo. Nosotros también podemos caer en la misma trampa. Si somos sinceros, reconoceremos que también somos pecadores. Jesús nos busca como a la oveja o la moneda perdidas. Cuando nos encuentra se produce la alegría en el Reino. Pero debemos dejarnos encontrar...

"Una palabra de Jesús llena de esperanza para cuando hemos perdido el rumbo y estamos en caída libre arrastrados quizá hacia algún abismo existencial, o cuando hemos dejado de estar vigilantes y andamos sin gusto por la oración, sin deseos de amar al prójimo y sin fuerzas ni ganas de volver al redil. Distraídos y desorientados, incapaces de encontrar el camino de vuelta nos comportamos como ovejas modorras ¡Si despertásemos y llegáramos a comprender que precisamente es en esos momentos cuando somos los “preferidos” de Dios!
Es así y así se nos revela en relatos como el del hijo pródigo o en expresiones como “no necesitan médicos los sanos sino los enfermos” o “no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”.  El mensaje es que Dios desea ardientemente salvar a las ovejas perdidas, conducirnos a un lugar seguro como es el Corazón de su Hijo, Jesucristo. Si despertásemos…
Somos los preferidos. Y más cuanto más alejados estamos del lugar seguro y cálido de las noventa y nueve. ¿Cómo podemos ser tan estúpidos como para seguir optando por el frío, el hambre, el alejamiento…? En la casa del Padre se está mejor y ojalá la nostalgia de los bienes perdidos nos lleve a retornar a ella. El buen Pastor viene continuamente a buscarnos. Ha dado su sangre para nuestro rescate. Su insistencia es una llamada amorosa. Despertemos. Y miremos de frente la verdad de nuestra vida y lo vacío y oscuro que es el paraje por el que deambulamos cuando nos alejamos de Dios.
Somos preferidos, sin saber que lo somos y sin asombrarnos de que, precisamente cuando andamos más perdidos, con mayor amor estamos siendo buscados. Jesús, amigo de los pecadores, Jesús médico del alma y del cuerpo, Jesús salvación de los oprimidos, Jesús descanso de los abandonados, ten misericordia de nosotros."
(Virginia Fernández, Ciudad Redonda)

1 comentario:

  1. Tingues misericòrdia de nosaltres.Senyor. Mare, Pare. tots volem ser estimats. Gràcies!!!

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