domingo, 29 de abril de 2012

DE PASTORES Y OVEJAS




"Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas; pero el que trabaja solamente por el salario, cuando ve venir al lobo deja las ovejas y huye, porque no es el pastor ni son suyas las ovejas. Entonces el lobo ataca a las ovejas y las dispersa en todas direcciones. Ese hombre huye porque lo único que le importa es el salario, no las ovejas.
Yo soy el buen pastor. Como mi Padre me conoce y yo conozco a mi Padre, así conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí. Yo doy mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas que no son de este redil, y también a ellas debo traer. Ellas me obedecerán, y habrá un solo rebaño y un solo pastor.
El Padre me ama porque yo doy mi vida para volverla a recibir. Nadie me quita la vida, sino que la doy por mi propia voluntad. Tengo el derecho de darla y de volverla a recibir. Esto es lo que me ordenó mi Padre."


Nos encontramos hoy con otro fragmento del evangelio muy popular. Ya en las catacumbas se encuentra la pintura de un pastor con una oveja sobre los hombros. Los especialistas nos dicen que el término griego que se suele traducir por buen, kalós, tiene un significado más amplio y puede traducirse por "noble", "hermoso", perfecto", "maravilloso". ¿Qué os parece traducir por el Pastor  Maravilloso?
Lo cierto es que en la actualidad la imagen de ser ovejas siguiendo a un pastor no es atractiva. Y en la Iglesia, desgraciadamente, a lo largo de la historia, hemos contribuido a desvirtuarla. Hemos transformado el cayado en un báculo de oro y piedras preciosas y la figura del pastor en alguien al que hay que obedecer a ciegas.
Releamos el texto de hoy y no encontraremos esa figura por ninguna parte. Al contrario. Se nos presenta al pastor como a una persona preocupada por cada una de sus ovejas, que las conoce una a una y que llega incluso a dar su vida por ellas.
En nuestra sociedad debemos recuperar la figura del pastor, del guía, del consejero. Aquella persona que nos ayuda a ver esa parte nuestra que no conocemos. Antes se llamaba director espiritual. Ahora, sencillamente, no se llama, porque muy pocas personas, incluso religiosas, lo tienen. La realidad es, que nos encontramos solos ante nuestros problemas y a merced de lo último que se dice en la tele o que leemos colgado en internet. Nos falta el Pastor Maravilloso que nos tome en sus hombros y nos ayude a avanzar, que nos enseñe el camino que hemos de recorrer y dónde están los mejores pastos. Alguien que dé su vida por nosotros.
En cierta manera, todos estamos llamados a ser pastores, porque todos estamos llamados a dar la vida por los demás. Jean Vanier dice que dar la vida puede tener tres significados:
- comunicar a los demás lo que es valioso.
- darse a otro en total confianza y amor.
- arriesgar la vida, hasta darla totalmente.
La tercera forma quizá no se nos exija nunca, pero sí las otras dos. 
El evangelio de hoy, nos invita a buscar al verdadero Pastor y a ser nosotros mismos, en la medida de lo posible, pastores para los demás. ¡Ah! y no olvidar que ser oveja no es seguir al primero que se presente diciendo que es un pastor...



4 comentarios:

  1. ¡Preciosa reflexión, hno. Joan Josep!
    ¡Qué Maravilloso Pastor Éste: Jesús; pues además de cuidar a sus seguidores, con AMOR, comprendió la esencia de SER CORDERO!
    Un fuerte abrazo,
    Esther.

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  2. Sólo puedo decir que tiene usted mucha razón, gracias, un abrazo

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  3. Nos creemos ser que se yo: y somos ovejas,somos iguales que ellas, victimas de las desventuras y los hacechos de los lobos .

    Vamos ha donde nos mandan, y hacemos lo que nos mandan,somos ciudadanos¨ dicen que somos libres,quizas si porque te puedes hir donde quieras: y comer de los pastos que quieras; pero hiras de revaño en revaño. Quizas es el preció que debemos de pagar, cuando nos dan un arma y nos dicen que defendamos el prado: pues ahunque pertenezcamos ha Dios de espiritu, el estomago es el que manda en este mundo.
    Una abraada

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  4. Buenos dias Joan:Ayer,después de muchos meses volví a escuchar la Eucaristía y encontre que se celebraba al Buen Pastor.Tengo que reconocer que durante este tiempo he tenido algo de oveja descarriada,o mejor sería decir "perdida".Aunque la sombra de ese Buen Pastor ha estado siempre presente durante mi ausencia física ..
    Comentas en tu post que todos estamos llamados a ser pastores.Eso me hace reflexionar sobre una situación a la que tengo que hacer frente,en cierta manera se me pide pastorear a dos ovejas desvalidas y ahora estoy muy cansada.He intentado ayudar todo lo posible desde hace mucho tiempo,pero se ha llegado a un extremo en que no se que puedo hacer ...porque seguramente me falta la voluntad de darme con total entrega y amor a "ellas".Un abrazo
    isa

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