miércoles, 19 de septiembre de 2018

CON LOS QUE NOS NECESITAN


"¿A qué compararé la gente de este tiempo? ¿A qué se parece? Se parece a los niños que se sientan a jugar en la plaza y gritan a sus compañeros: ‘Tocamos la flauta y no bailasteis; cantamos canciones tristes y no llorasteis.’ Porque vino Juan el Bautista, que ni come pan ni bebe vino, y decís que tiene un demonio. Luego ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís que es un glotón y bebedor, amigo de gente de mala fama y de los que cobran los impuestos para Roma. Pero la sabiduría de Dios se demuestra por todos sus resultados."

Jesús es fuente de alegría. Sus seguidores también debemos serlo. Los críticos nunca encuentran nada correcto. Si eres serio, eres demasiado serio. Si comes y bebes, eres un vicioso. Jesús se juntaba con aquellos que más le necesitaban. Por eso era criticado. El Papa Francisco nos invita a ir a las periferias aunque nos manchemos de barro.
"Jesús es un lector de los signos de los tiempos. Experimenta que su Padre actúa en la historia a través de acontecimientos a veces tristes como las denuncias del Bautista, experto en vida austera y denunciador de los excesos de los poderosos, pero otras veces, y este es el caso de Jesús, como anunciador de buenas noticias. Como en la parábola de los niños que juegan a ver los acontecimientos tristes y lo expresan con canciones tristes, y los alegres con cantos alegres. Ahora suena una alegre: es el Dios con nosotros. Las personas somos expertos en querer ver solo algunos signos de los tiempos conforme a la imagen equivocada que tenemos de Dios. Los contemporáneos de Jesús querían ver un mesías político, un vengador del imperio romano. Como seguidores de Jesús, debemos tener un oído a las noticias del mundo y otro a las de la Biblia. Denunciar las malas noticias, proclamar por encima de todo, las buenas, esa infinidad de iniciativas de los pobres del mundo en favor del Reino, iniciativas contra el maltrato infantil donde Dios habla." (Koinonía) 



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