sábado, 10 de noviembre de 2018

EL USO DEL DINERO


"Os aconsejo que uséis las riquezas de este mundo malo para ganaros amigos, para que cuando esas riquezas se acaben haya quien os reciba en las moradas eternas.
El que se porta honradamente en lo poco, también se porta honradamente en lo mucho; y el que es deshonesto en lo poco, también es deshonesto en lo mucho. De manera que, si con las riquezas de este mundo malo no os portáis honradamente, ¿quién os confiará las verdaderas riquezas? Y si no os portáis honradamente con lo ajeno, ¿quién os dará lo que os pertenece? Ningún criado puede servir a dos amos, porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y al dinero. 
Los fariseos, que eran amigos del dinero, al oir estas cosas se burlaban de Jesús. Él les dijo:
- Vosotros pasáis por buenos delante de la gente, pero Dios conoce vuestros corazones; y lo que los hombres tienen por más elevado, Dios lo aborrece." 

"La generosidad es una virtud encomiada por las culturas y sociedades más diversas. Se le llama caridad, limosna, también solidaridad. Conocemos decenas de refranes que encierran verdades profundas y que empujan a ser generosos: “Quien mucho da, mucho recibe”, “Tarde da quien espera que le pidan”, “Mejor es saber dar que mucho dar”. Jesús busca que los bienes sean compartidos. Es preciso educarnos en esta virtud. La generosidad obliga a mirar a alguien en necesidad. Allí anida la oportunidad para la misericordia. El movimiento es hacia la persona, primero, pero simultáneamente a remediar oportunamente la carencia. “No es lo mismo predicar que dar trigo”, reza el dicho. Es preciso dar algo que sea significativo para el necesitado, de otra manera nuestra acción será más autocomplacencia que solidaridad. Hay que abrir el espíritu a la reacción del beneficiado, dejemos que se exprese. Tampoco reprimamos la sensación de bienestar que nos produce ser generosos. Repitamos esto hasta que se nos vuelva habitual y virtuoso."(Koinonía) 



1 comentario:

  1. Cap criat no pot servir dos senyors, perquè odiarà a un i estimarà l'altre, o serà fidel a un i de l'altre. No es pot servir Déu i el diner.

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