sábado, 3 de noviembre de 2018

PRIMEROS Y ÚLTIMOS


"Sucedió que un sábado fue Jesús a comer a casa de un jefe fariseo, y otros fariseos le estaban espiando.
Al ver Jesús que los invitados escogían los asientos de honor en la mesa, les dio este consejo:
– Cuando alguien te invite a una fiesta de bodas, no te sientes en el lugar principal, no sea que llegue otro invitado más importante que tú, y el que os invitó a los dos venga a decirte: ‘Deja tu sitio a este otro.’ Entonces tendrás que ir con vergüenza a ocupar el último asiento. Al contrario, cuando te inviten, siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te invitó te diga: ‘Amigo, pásate a este sitio de más categoría.’ Así quedarás muy bien delante de los que están sentados contigo a la mesa. Porque el que a sí mismo se engrandece será humillado, y el que se humilla será engrandecido."

Queda claro que los valores de Jesús no son los de nuestra sociedad. Para nosotros es muy importante ser los primeros, los que más destacan. Nuestro sistema educativo ha sido competitivo mucho tiempo. Hay que ser los mejores. ¿Pero qué es ser el mejor? ¿Y a costa de qué? Escalamos posiciones utilizando a los demás como escalones. Hoy asistimos en muchos países, al espectáculo vergonzoso de los políticos desprestigiándose unos  otros, simplemente para medrar, para derrotarlos.
No es de extrañar que estemos muy lejos del Reino que anunciaba Jesús. El Reino de los sencillos, de los humildes, de los pequeños...Un Reino en el que la única competición debe ser la de amar más que el otro.





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