viernes, 9 de noviembre de 2018

EL VERDADERO TEMPLO DE DIOS


"Como se acercaba la fiesta de la Pascua de los judíos, Jesús fue a Jerusalén; y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los que tenían puestos donde cambiar el dinero. Al ver aquello, Jesús hizo un látigo con unas cuerdas y los echó a todos del templo, junto con las ovejas y los bueyes. Arrojó al suelo las monedas de los cambistas y les volcó las mesas. A los vendedores de palomas les dijo:
– ¡Sacad eso de aquí! ¡No convirtáis en un mercado la casa de mi Padre! 
Sus discípulos recordaron entonces la Escritura que dice: “Me consumirá el celo por tu casa.” Los judíos le preguntaron:
– ¿Qué prueba nos das de que tienes autoridad para actuar así?
Jesús les contestó:
– Destruid este templo y en tres días lo levantaré. 
Le dijeron los judíos:
– Cuarenta y seis años tardaron en construir este templo , ¿y tú vas a levantarlo en tres días?
Pero el templo al que Jesús se refería era su propio cuerpo. Por eso, cuando resucitó, sus discípulos se acordaron de lo que había dicho y creyeron en la Escritura y en las palabras de Jesús."

Es quizá el único momento en que vemos a Jesús violento. Lo hace para denunciar la utilización de los religioso para el provecho económico. Nos equivocaríamos si creyéramos que únicamente está defendiendo los templos. La clave está en la última parte del texto, en el que se nos dice que Jesús se refería al templo de su cuerpo. Tras su muerte y resurrección todos somos templo de Dios. Él habita en nosotros. La ira que vemos hoy en Jesús, va contra todos aquellos que comercian y esclavizan el cuerpo de sus semejantes. Y esto puede hacerse de muchas maneras. Todas las formas de dominación, son profanaciones del templo que es cada hombre. Toda violencia es una profanación del templo que es cada hombre. Todo desprecio es un menosprecio al templo que es cada hombre.
Necesitamos templos de piedra, porque necesitamos lugares para retirarnos a orar y recibir los sacramentos. Pero el hombre es el verdadero templo de Dios.   


1 comentario:

  1. Destruïu aquest temple i en tres dies l'aixecaré.
    Li van dir als jueus:
    - Quaranta-sis anys van trigar a construir aquest temple, i tu vas a aixecar en tres dies?
    Però el temple al que Jesús es referia era el seu propi cos. Per això, quan va ressuscitar, els seus deixebles recordaren que havia dit i van creure en l'Escriptura i en la paraula de Jesús. "

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