miércoles, 15 de mayo de 2019

LUZ QUE NOS ILUMINA


"Jesús dijo con voz fuerte:
- El que cree en mí no cree solamente en mí, sino también en mi Padre, que me ha enviado. Y el que me ve a mí, ve también al que me ha enviado. Yo, que soy la luz, he venido al mundo para que los que creen en mí no permanezcan en la oscuridad. Pero a aquel que oye mis palabras y no las obedece, no soy yo quien le condena, porque yo no he venido para condenar al mundo sino para salvarlo. El que me desprecia y no hace caso de mis palabras, ya tiene quien le condene: las palabras que he dicho le condenarán el día último. Porque yo no hablo por mi propia cuenta; el Padre, que me ha enviado, me ha ordenado lo que debo decir y enseñar. Y sé que el mandato de mi Padre es para vida eterna. Así pues, lo que digo, lo digo como el Padre me ha ordenado."

Jesús es Luz que nos ilumina; pero esta Luz es la Luz del Padre. Jesús es nuestra salvación. El viene a liberarnos de nuestras esclavitudes. Jesús nos muestra al Padre. Un Padre que es perdón y misericordia. Un Padre que es Amor.
"San Juan condensa en este epílogo, las enseñanzas de Jesús en las que asegura la condición de comunión del creyente en relación con Dios. El maestro de Nazaret está sintetizando con propiedad el significado de su persona con respecto al Padre y al mundo. Sus vehementes palabras, son un canto al Padre; de hecho, Él es la Palabra humanada de Dios. En este sentido, en la medida en que la comunidad deje acontecer a Jesús, también acontece Dios en ella. La tarea es creerle, oírlo, guardar su palabra y dejarse orientar por su luz, que libra de toda desesperanza e intrascendencia de la fe. La salvación que proviene de Dios en su Enviado es un acontecimiento de liberación y humanización integral; es don divino y proceso humano; aunque parezca paradójico. Por tanto, decidirnos por Jesús implica religar la vida evangélica, ética y humanamente. Es indudable que la aceptación de la oferta salvífica tiene consecuencias y genera desafíos sociales, políticos y culturales. ¿Es nuestra vida de seguimiento un grito de justicia, paz y reconciliación interhumana y planetaria?" (Koinonía) 



1 comentario:

  1. "Jesús dijo con voz fuerte:
    - El que cree en mí no cree solamente en mí, sino también en mi Padre, que me ha enviado. Y el que me ve a mí, ve también al que me ha enviado. Yo, que soy la luz, he venido al mundo para que los que creen en mí no permanezcan en la oscuridad. Pero a aquel que oye mis palabras y no las obedece, no soy yo quien le condena, porque yo no he venido para condenar al mundo sino para salvarlo. El que me desprecia y no hace caso de mis palabras, ya tiene quien le condene: las palabras que he dicho le condenarán el día último. Porque yo no hablo por mi propia cuenta; el Padre, que me ha enviado, me ha ordenado lo que debo decir y enseñar. Y sé que el mandato de mi Padre es para vida eterna. Así pues, lo que digo, lo digo como el Padre me ha ordenado."

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