domingo, 9 de junio de 2019

RECIBAMOS EL ESPÍRITU SANTO


"Al llegar la noche de aquel mismo día, primero de la semana, los discípulos estaban reunidos y tenían las puertas cerradas por miedo a los judíos. Jesús entró y, poniéndose en medio de los discípulos, los saludó diciendo:
– ¡Paz a vosotros!
Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y ellos se alegraron de ver al Señor. Luego Jesús dijo de nuevo:
– ¡Paz a vosotros! Como el Padre me envió a mí, también yo os envío a vosotros. 
Dicho esto, sopló sobre ellos y añadió:
– Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedarán perdonados; y a quienes no se los perdonéis, les quedarán sin perdonar." 


Jesús nos da el Espíritu Santo. Es gracias a Él que tenemos fuerza al ser enviados. La fuerza y la paz de Jesús. Sin embargo solemos tenerlo olvidado. Quizá por eso estamos tan alejados de la Buena Nueva. Sin el Espíritu en nuestro corazón no podemos ver a Dios en los demás. No podemos sentirlo a nuestro alrededor. Recibámoslo.
"En el evangelio se narra la aparición del Señor Resucitado a los discípulos el día de pascua. Todo el relato está determinado por una indicación temporal (es el primer día de la semana) y una indicación espacial (las puertas del lugar donde están los discípulos están cerradas).
La referencia al primer día de la semana, es decir, el día siguiente al sábado (el domingo), evoca las celebraciones dominicales de la comunidad primitiva y nuestra propia experiencia pascual que se renueva cada domingo. La indicación de las puertas cerradas quiere recordar el miedo de los discípulos que todavía no creen, y al mismo tiempo quiere ser un testimonio de la nueva condición corporal de Jesús que se hará presente en el lugar. Jesús atravesará ambas barreras: las puertas exteriores cerradas y el miedo interior de los discípulos. A pesar de todo, están juntos, reunidos, lo que parece ser en la narración una condición necesaria para el encuentro con el Resucitado; de hecho Tomás sólo podrá llegar a la fe cuando está con el resto del grupo.
Jesús “se presentó en medio de ellos” (v.19). El texto habla de “resurrección” como venida del Señor. Cristo Resucitado no se va, sino que viene de forma nueva y plena a los suyos (cf. Jn 14,28: “me voy y volveré a vosotros”; Jn 16,16-17) y les comunica cuatro dones fundamentales: la paz, el gozo, la misión, y el Espíritu Santo.
Los dones pascuales por excelencia son la paz (el shalom bíblico) y el gozo (la járis bíblica), que no son dados para el goce egoísta y exclusivo, sino para que se traduzcan en misión universal. La misión que el Hijo ha recibido del Padre ahora se vuelve misión de la Iglesia: el perdón de los pecados y la destrucción de las fuerzas del mal que oprimen al ser humano. Para esto Jesús dona el Espíritu a los discípulos. En el texto, en efecto, sobresale el tema de la nueva creación: Jesús “sopló sobre ellos”, como Yahvé cuando creó al ser humano en Gen 2,7 o como Ezequiel que invoca el viento de vida sobre los huesos secos (Ez 37).
Con el don del Espíritu el Señor Resucitado inicia un mundo nuevo, y con el envío de los discípulos se inaugura un nuevo Israel que cree en Cristo y testimonia la verdad de la
resurrección. Como “seres humanos nuevos”, llenos del aliento del Espíritu en virtud de la resurrección de Jesús, deberán continuar la misión del “Cordero que quita el pecado del mundo”: la misión de la Iglesia que continúa la obra de Cristo realiza la renovación de la humanidad como en una nueva obra creadora en virtud del poder vivificante del Resucitado." (Koinonía) 




1 comentario:

  1. "En arribar la nit d'aquell mateix dia, que era diumenge, els deixebles estaven reunits i tenien les portes tancades per por dels jueus. Jesús va entrar i, posant-se al mig dels deixebles i els digué:
    - Pau a vosaltres!
    Dit això, els va mostrar les mans i el costat. I ells es van alegrar de veure el Senyor. Després Jesús va dir de nou:
    - Pau a vosaltres! Com el Pare m'ha enviat a mi, també jo us envio a vosaltres...."

    En el text, en efecte, sobresurt el tema de la nova creació: Jesús "va bufar sobre ells", com Yahvé quan va crear l'ésser humà en Gen 2,7 o com Ezequiel que invoca el vent de vida sobre els ossos secs (Ez 37 ).
    Amb el do de l'Esperit el Senyor Ressuscitat inicia un món nou, i amb l'enviament dels deixebles s'inaugura un nou Israel que creu en Crist i testimonia la veritat de la
    resurrecció. Com a "éssers humans nous", plens de l'alè de l'Esperit en virtut de la resurrecció de Jesús, hauran de continuar la missió del "Anyell que lleva el pecat del món": la missió de l'Església que continua l'obra de Crist realitza la renovació de la humanitat com en una nova obra creadora en virtut del poder vivificant del Ressuscitat. "(Koinonia)






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