miércoles, 19 de junio de 2019

ESPIRITUALIDAD AUTÉNTICA



"No practiquéis vuestra religión delante de los demás solo para que os vean. Si hacéis eso, no obtendréis ninguna recompensa de vuestro Padre que está en el cielo. 
Por tanto, cuando ayudes a los necesitados no lo publiques a los cuatro vientos, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente los elogie. Os aseguro que con eso ya tienen su recompensa. Tú, por el contrario, cuando ayudes a los necesitados, no se lo cuentes ni siquiera a tu más íntimo amigo. Hazlo en secreto, y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará tu recompensa. 
Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que la gente los vea. Os aseguro que con eso ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora en secreto a tu Padre. Y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará tu recompensa.
Cuando ayunéis, no pongáis el gesto compungido, como los hipócritas, que aparentan aflicción para que la gente vea que están ayunando. Os aseguro que con eso ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, lávate la cara y arréglate bien, para que la gente no advierta que estás ayunando. Solamente lo sabrá tu Padre, que está a solas contigo, y él te dará tu recompensa." 

El cristianismo se vive en comunidad; pero esto no significa transformarlo en apariencia. Debemos orar en comunidad, pero es comedia si no va acompañada de una auténtica oración interior. Hemos de entregarnos a los pobres, pero con toda nuestra vida; no para "quedar bien". Hemos de llevar una vida austera por convicción, no para aparentar. Cuando nuestra espiritualidad es sólo una comedia, lo que hacemos es alejar a los otros de Dios.
"Jesús nos advierte a no hacer teatro con la vida religiosa, con las tres prácticas tradicionales de todas las religiones: la oración, el ayuno, la limosna. Hacer teatro de estas prácticas es caer en el engaño de las apariencias, de la fama, de que todo el mundo hable bien de nosotros. Es propio de esta época vivir de apariencias. Los famosos aparecen en las primeras páginas de los periódicos. Esta es una corriente cultural: hacer de nuestras vidas un show televisivo. La gente añora aparecer en los periódicos como famosos. Nos da envidia la fama de los famosos. Mucha gente lo consigue con el dinero, el poder, la belleza física, el éxito comercial. ¡Triste apariencia humana! Pero Jesús nos advierte que todavía es más triste buscar la fama en lo que se refiere a Dios y a las prácticas religiosas. Es una corrupción intolerable. Degrada el verdadero rostro de Dios y nos degrada a nosotros mismos" (Koinonía) 

1 comentario:

  1. Tú, por el contrario, cuando ayudes a los necesitados, no se lo cuentes ni siquiera a tu más íntimo amigo. Hazlo en secreto, y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará tu recompensa.
    Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que la gente los vea. Os aseguro que con eso ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora en secreto a tu Padre. Y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará tu recompensa.
    Cuando ayunéis, no pongáis el gesto compungido, como los hipócritas, que aparentan aflicción para que la gente vea que están ayunando. Os aseguro que con eso ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, lávate la cara y arréglate bien, para que la gente no advierta que estás ayunando. Solamente lo sabrá tu Padre, que está a solas contigo, y él te dará tu recompensa."

    ResponderEliminar