jueves, 21 de noviembre de 2019

RECONOCER A DIOS


"Cuando llegó cerca de Jerusalén, al ver la ciudad, lloró por ella 42 y dijo:
- ¡Si entendieras siquiera en este día lo que puede darte paz!... Pero ahora eso te está oculto y no puedes verlo. Pues van a venir días malos para ti, en los que tus enemigos te cercarán con barricadas, te sitiarán, te atacarán por todas partes y te destruirán por completo. Matarán a tus habitantes y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no reconociste el momento en que Dios vino a salvarte." 

Jesús llora ante Jerusalén y también lo hace ante nosotros si no sabemos reconocer a Dios, si no sabemos reconocerlo en los demás. En el pobre que sufre, en el inmigrante, en el perseguido...
"Jerusalén era una ciudad venerada por todos los judíos pues en ella se encontraba el Templo, lugar donde habitaba Dios. Contra esta ciudad Jesús lanza, con dolor, una sentencia condenatoria: la Ciudad Santa va a ser destruida como consecuencia del rechazo a la presencia del mensajero de la paz… Y efectivamente la ciudad fue destruida el año 70 de nuestra era por las tropas de ocupación romanas. Actualmente vemos violencia y guerra en muchas partes del planeta. Parece que todavía no entendemos el mensaje que Jesús nos trajo para vivir en armonía entre nosotros y con la naturaleza. Ante esta situación cabe preguntamos: ¿Por qué no reina la paz en nuestra sociedad? ¿Qué consecuencias trae esta falta de paz en nuestras vidas y en nuestro mundo? Una vez más estamos llamados a buscar el lugar que nos corresponde como fieles discípulos para ser constructores, en nuestros ambientes, de esa paz que tanto necesitamos y que aún sigue siendo esquiva." (Koinonía) 

1 comentario: