domingo, 11 de agosto de 2024

EL PAN QUE NOS DA LA VIDA



 Por eso los judíos comenzaron a murmurar de Jesús, porque había dicho: “Yo soy el pan que ha bajado del cielo.” Y decían:
– Este es Jesús, el hijo de José. Nosotros conocemos a su padre y a su madre: ¿cómo dice ahora que ha bajado del cielo?
Jesús les dijo:
– Dejad de murmurar. Nadie puede venir a mí si no lo trae el Padre, que me ha enviado; y yo lo resucitaré el día último. En los libros de los profetas se dice: ‘Dios instruirá a todos.’ Así que todos los que escuchan al Padre y aprenden de él vienen a mí.
No es que alguien haya visto al Padre. El único que ha visto al Padre es el que ha venido de Dios. Os aseguro que quien cree tiene vida eterna. Yo soy el pan que da vida. Vuestros antepasados comieron el maná en el desierto, y sin embargo murieron; pero yo hablo del pan que baja del cielo para que quien coma de él no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi propio cuerpo. Lo daré por la vida del mundo.

Jesús les dice que Él es el pan bajado del cielo. Ellos, que lo conocen desde pequeño, que conocen a su familia, no le creen. No saben lo que les está diciendo: que Él es el pan que nos da la Vida. Que es a través suyo que podemos llegar al Padre.
Vivimos en un mundo que mira hacia otro lado. Una sociedad que no escucha al Padre, porque no se nutre del pan de Vida que es Jesús. Una sociedad que no sabe ver en el pobre, en el perseguido, en el inmigrante, en el enfermo, en el otro...a Dios que se acerca a nosotros.
No sabemos realmente qué es la Vida. Vivimos dispersos, pensando en tener, en poseer, en disfrutar. Buscamos la felicidad en mil actividades, creyendo que esto es vivir. No sabemos descubrir, que Vivir es Amar. Nos lo dice Jan en su primera carta: "Sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida cuando amamos a nuestros hermanos."
Recibimos cuando vamos a misa el Pan de Vida. Pero, en ese momento ¿somos conscientes de que nos unimos a Jesús y de que nos unimos a todos los hombres?¿Cada vez que recibimos la Eucaristía amamos con más fuerza a nuestro prójimo? Es allí donde recibimos la Vida que nos hace Amar a Dios y a todos los hombres. Si tras comulgar no nos entregamos a los demás, es que no hemos sido conscientes de lo que hemos hecho, no hemos entendido lo que es la Eucaristía.


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