En aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús: "Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido." Jesús dijo: "Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más -casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones-, y en la edad futura, vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros."
Seguir a Jesús es dejarlo todo. Seguir a Jesús no es fácil; seremos perseguidos. Pero seguir de verdad a Jesús nos hace hermanos, solidarios. Dejándolo todo, acabamos teniéndolo todo. Teniendo el Amor de Dios y de nuestros hermanos. ¿Qué más podemos desear?
"El evangelista nos muestra el ejemplo de quienes lo dejan todo por seguir a Jesús, en oposición a aquellos a quienes sí les cuesta liberarse de sus apegos. Quien sea fiel a la Buena Nueva del Reino debe tener presente la aseveración de Jesús: «recibirán cien veces más… en medio de las persecuciones». Por lo tanto, hace una clara invitación a no acomodarse, perseverando en las pruebas que vendrán como rechazo al proyecto del Reino. Puede ser que decidiste seguir a Jesús libremente; no obstante, quizá aun te envuelve el consumismo: la moda, la alimentación industrial, la tecnología, etc. Ojalá te des cuenta de que la libertad es una conquista cotidiana y constante. Quien sigue a Jesús debe dejar de lado la ingenuidad y la costumbre, pasando a ser más responsable y espabilado. ¿Qué ejercicios de libertad y no dependencia estás practicando? ¿Cooperas y consumes los productos nacionales? Ejerce la soberanía, tomando tus propias decisiones y no las que te dicta la propaganda. ¡Libérate, cuida la Vida!" (Koinonía)
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