lunes, 25 de abril de 2011


Si estos días entráis en una iglesia, encontraréis junto al altar el cirio pascual. Fuego, luz, agua...son tres símbolos de vida, de energía, de claridad...Esta mañana, cuando íbamos a comenzar la misa, ha entrado en la capilla Josep Enric. Con su larga barba blanca, vestido con una camisa africana de colores y sandalias sin calcetines. Hoy vuelve a Costa de Marfil. Tuvo que marchar obligado. A la primera ocasión regresa con sus niños de la calle de  Abidjan.
Eso es Pascua. Josep Enric es el cirio, el fuego, el agua...Jesús resucitado que vuelve junto a los suyos: los pobres, los abandonados, los marginados, los enfermos, los niños...
Tendrá que empezar de cero. El centro que había creado para los niños de la calle está frente a un cuartel militar...Veremos si encuentra las paredes en pie...
Josep Enric vuelve con su sonrisa de siempre. Las paredes sabe que se pueden reconstruir y que muchos le ayudaremos para hacerlo. A Josep Enric le preocupa lo que les haya podido ocurrir a sus niños de la calle...
No sé. Es la mejor meditación pascual que se me ha ocurrido...

6 comentarios:

  1. Bon dia joan josep:

    Bella Meditación Pascual.

    El misionera vuelve cpon sus niños, con sus necesitados.

    Gracias, por compartir esta meditación.

    Besos, Montserrat

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  2. "Si guardas en tu puesto la cabeza tranquila
    cuando todo a tu lado es cabeza perdida;
    si en ti mismo tienes una fe que te niegan
    y nunca desprecias las dudas que ellos tengan;
    si esperas en tu puesto, sin fatiga en la espera;
    si, engañado, no engañas;
    si no buscas más odio que el odio que te tengan...
    Si eres bueno y no finges ser mejor de lo que eres;
    si al hablar no exageras lo que sabes y quieres;
    si sueñas, y los sueños no te hacen su esclavo;
    si piensas y rechazas lo que piensas en vano;
    si tropiezas con el triunfo, si a la cumbre llega tu derrota
    y a estos dos impostores los tratas de igual forma;
    Si logras que se sepa la verdad que has hablado,
    a pesar del sofisma del orbe encanallado;
    si vuelves al comienzo del trabajo perdido,
    aunque esta obra dure toda tu vida;
    si arriesgas al momento y lleno de alegría
    tus ganancias de siempre a la suerte de un día,
    y pierdes y te lanzas de nuevo a la pelea,
    sin decir nada a nadie de lo que es y lo que era;
    Si logras que nervios y corazón te asistan,
    aun después de su fuga de tu cuerpo en fatiga,
    y se agarren contigo cuando no quede nada,
    porque tú lo deseas y lo quieres y mandas;
    si hablas con el pueblo y guardas tu virtud;
    si marchas junto a reyes a tu paso y tu luz;
    si nadie que te hiera llega a hacerte una herida;
    si todos te reclaman, y ninguno te precisa;
    si llenas un minuto envidiable y certero
    de sesenta segundos que te lleven al cielo...
    toda esta tierra será dominio tuyo
    y aún mucho más, serás hombre, hijo mío."

    "If" de Kipling

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  3. Ya me imagino que estará deseando volver, sobre todo cuando no ha sido un viaje de descanso sino obligado, estará deseando llegar para ver cómo está todo aquello, seguro que no le importa empezar de cero, lo importante es poder volver con sus niños
    Feliz Pascua para él también y cuando tengas noticias suyas desde allí, ya nos seguirás contando

    Un abrazo en este lunes pascual a ratos nuboso y a ratos soleado

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  4. Joan,a veces medito en eso de empezar de cero.
    Nos atrevemos?Dejamos atrás todo apego?
    "Si no fuera por que...."Esta es mi excusa.
    Besucos

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  5. Esa es la verdadera luz, fuego, y agua...la que se da a los demás y se comparte con quienes la necesitan para sobrevivir...y con eso sobran las palabras..."Por sus obras los conoceréis...". Un abrazo Joán.

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  6. Josep Enric volverá a Costa de Marfil y aunque tenga que reconstruir el centro lo hará con buen talante y una sonrisa en los labios. Los misioneros están hechos de una "pasta" especial.

    Lo viví muy de cerca con la tía de mi madre, Julia, misionera en la India. Por la edad la mandaron a Barcelona y tuvo que regresar con sus pobres, porque aquí se moría de pena.

    Una abraçada, Joan.

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