miércoles, 29 de marzo de 2017

LA VOLUNTAD DEL PADRE


"Pero Jesús les dijo:
– Mi Padre no cesa de trabajar y yo también trabajo.
Por eso los judíos tenían aún más ganas de matarle, porque no solo no observaba el mandato sobre el sábado, sino que además se hacía igual a Dios al decir que Dios era su propio Padre.
Jesús les dijo:
- Os aseguro que el Hijo de Dios no puede hacer nada por su propia cuenta; solo hace lo que ve hacer al Padre. Todo lo que el Padre hace, lo hace igualmente el Hijo. Porque el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace; y le mostrará cosas aún más grandes, que os dejarán asombrados. Pues así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, también el Hijo da vida a quienes quiere dársela. Y el Padre no juzga a nadie, sino que ha dado a su Hijo todo el poder de juzgar, para que todos den al Hijo la misma honra que dan al Padre. El que no honra al Hijo tampoco honra al Padre, que lo ha enviado.
Os aseguro que quien presta atención a mis palabras y cree en el que me envió, tiene vida eterna; y no será condenado, pues ha pasado de la muerte a la vida. Os aseguro que viene la hora, y es ahora mismo, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oigan vivirán. Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha hecho que el Hijo tenga vida en sí mismo, y le ha dado autoridad para juzgar, por cuanto que es el Hijo del hombre. No os admiréis de esto, porque va a llegar la hora en que todos los muertos oirán su voz  y saldrán de las tumbas. Los que hicieron el bien resucitarán para tener vida, pero los que hicieron el mal resucitarán para ser condenados.
Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Juzgo según el Padre me ordena, y mi juicio es justo, porque no trato de hacer mi voluntad sino la voluntad del Padre, que me ha enviado."

Jesús acaba de curar al paralítico y lo ha hecho en sábado. Y además añade que lo ha hecho siguiendo la voluntad de su Padre, porque Él, el Hijo, sólo hace la voluntad del Padre. Los judíos entienden que se hace igual a Dios y esa blasfemia merece la muerte.
Para nosotros, además, sus palabras tienen un sentido claro. Es a través de Jesús que podemos llegar al Padre. Ese Dios inaccesible, transcendente, al que nuestra razón no puede alcanzar, se nos hace cercano a través de Jesús. Es gracias a Jesús que podemos conocer la voluntad del Padre. Jesús es el camino, la puerta que nos lleva al Padre. 

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