jueves, 26 de abril de 2018

SAL Y LUZ


"Vosotros sois la sal de este mundo. Pero si la sal deja de ser salada, ¿cómo seguirá salando? Ya no sirve para nada, así que se la arroja a la calle y la gente la pisotea. 
Vosotros sois la luz de este mundo. Una ciudad situada en lo alto de un monte no puede ocultarse; y una lámpara no se enciende para taparla con alguna vasija, sino que se la pone en alto para que alumbre a todos los que están en la casa. Del mismo modo, procurad que vuestra luz brille delante de la gente, para que, viendo el bien que hacéis, alaben todos a vuestro Padre que está en el cielo."

El cristiano debe ser sal y luz del mundo. Es decir ha de dar sabor a la vida e iluminarla.
Si somos corruptos, injustos, olvidamos a los más débiles..., aunque construyamos grandes templos, hagamos en ellos grandes ceremonias y pasemos muchas horas rezando, sencillamente, no somos cristianos. Es con nuestra vida con la que anunciamos la Buena Nueva. Es con nuestra vida con la que hemos de dar sabor e iluminar al mundo. 


1 comentario: