sábado, 1 de septiembre de 2018

COMPARTIR LOS DONES


"El reino de los cielos es como un hombre que, a punto de viajar a otro país, llamó a sus criadose y los dejó al cargo de sus negocios. A uno le entregó cinco mil monedas, a otro dos mil y a otro mil: a cada cual conforme a su capacidad. Luego emprendió el viaje. El criado que recibió las cinco mil monedas negoció con el dinero y ganó otras cinco mil. Del mismo modo, el que recibió dos mil ganó otras dos mil. Pero el que recibió mil, fue y escondió el dinero de su señor en un hoyo que cavó en la tierra.
Al cabo de mucho tiempo regresó el señor de aquellos criados y se puso a hacer cuentas con ellos. Llegó primero el que había recibido las cinco mil monedas, y entregando a su señor otras cinco mil le dijo: ‘Señor, tú me entregaste cinco mil, y aquí tienes otras cinco mil que he ganado.’ El señor le dijo: ‘Muy bien, eres un criado bueno y fiel. Y como has sido fiel en lo poco, yo te pondré al cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo.’ Después llegó el criado que había recibido las dos mil monedas, y dijo: ‘Señor, tú me entregaste dos mil, y aquí tienes otras dos mil que he ganado.’ El señor le dijo: ‘Muy bien, eres un criado bueno y fiel. Y como has sido fiel en lo poco, yo te pondré al cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo.’
Por último llegó el criado que había recibido mil monedas y dijo a su amo: ‘Señor, yo sabía que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. Por eso tuve miedo; así que fui y escondí tu dinero en la tierra. Aquí tienes lo que es tuyo.’ El amo le contestó: ‘Tú eres un criado malo y holgazán. Puesto que sabías que yo cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí, debías haber llevado mi dinero al banco, y yo, a mi regreso, lo habría recibido junto con los intereses.’ Y dijo a los que allí estaban: ‘Quitadle a este las mil monedas y dádselas al que tiene diez mil. Porque al que tiene, se le dará más y tendrá de sobra; pero al que no tiene, hasta lo que tiene se le quitará. Y a este criado inútil arrojadlo fuera, a la oscuridad. Allí llorará y le rechinarán los dientes.’"

Esta parábola se presta a interpretarla erróneamente. Jesús, lo que nos quiere enseñar, es que los dones que poseemos, los talentos, son para dedicarlos a los demás, que nuestra vida debe ser una entrega contínua. Jesús está atacando el egoísmo, el narcisismo, el encerrase en uno mismo e ignorar al prójimo.
 "Hoy nos encontramos con una parábola de difícil interpretación. Pareciera que Jesús estuviera haciendo apología del capitalismo salvaje que tantas veces hemos denunciado. Pero no, el sentido de la parábola está relacionado con la cantidad de dones que Dios mismo ha puesto en el corazón del ser humano para hacerlos fructificar en función de la extensión del reino de Dios. Todos los seres humanos estamos dotados de grandes cualidades, aptitudes, destrezas y habilidades. Estas nos han sido dadas para cualificarlas y perfeccionarlas y colocarlas al servicio de las personas más necesitadas y, con ellas, dejar que el Reinado de Dios acontezca en medio de nosotros. Pero a veces, muchas veces, acaparamos los dones recibidos para nuestro provecho egoísta y mezquino. De hecho vivimos un ambiente social basado en el individualismo y la competencia desleal. El trabajo de la evangelización pasa necesariamente por la sensibilización de los corazones para que entendamos de una vez por todas que la vida del ser humano tiene sentido cuando se aprende a vivir la comunión y solidaridad universal. ¿Cómo entregas tus dones a los demás?" (Koinonía)



1 comentario:

  1. Avui, la paràbola dels "milions", dels talents, dels milers d'€...com estic tal com estic, m'ha posat vermell...
    No,no vull ser, ni tant sols,el centre de la meva vermellor Senyor; fins i tot aquesta vermellor te l'entrego per a que m'ajudis a...transformar-la... cap a casa...cap a tots. Tu,tu Senyor, saps el que necessitem ara mateix a casa. No vinguis "a passar comptes"...no és ben bé teva aquesta manera de ser.
    Vine, seu amb nosaltres, que la tarda ja arriba. I et mirarem fins que el vel dels ulls se'n vagi i et decobrim, ressuscitat.
    I, llavors, ho celebrarem de debó.
    Gràcies, bon Amic.

    ResponderEliminar